noviembre 30, 2010

NANDO, UN PRÓCER DE CABALLITO JÚNIORS

El DNI asegura que su nombre es Hernando Franchi y que nació hace 37 años. Sin embargo, en Caballito, todos los conocen como Nando. Y su edad, es un simple formulismo. Porque Nando no tiene edad. Da la impresión, a menudo, de haberse quedado para siempre en la pureza de sus diez años. Pero en otras ocasiones, el gesto adusto y la seriedad que refleja su rostro indica que podríamos estar frente a una persona madura y reflexiva. Nando tiene claro que es clase 73. «A los cinco años mi papá me trajo a Caballito para jugar en el baby», informa. Ya no se alejaría más del club de la calle Nicasio Oroño, pues a lo largo de tanto tiempo, ha seguido las actuaciones de las diversas categorías en el futsal y en el baby, con una continuidad inigualable. «Yo era goleador, pero a los 13 años dejé el baby para dedicarme a ser el jefe de la hinchada», dice, logrando sorprender al cronista que le hace la nota. «Sigo entrenando con tercera y primera, para no perder estado. Y cuando yo decida, vuelvo. Por ahora lo descarto pero el año que viene podría ser. El Polaco Calderón me tiene muy en cuenta», agrega, dando a entender que hasta podría integrar el plantel superior de futsal.
Con facilidad, Nando retiene en su memoria fechas y apellidos. Conoce a los futbolistas de cada división y no hay hincha de Caballito que no lo salude cuando pasa junto a él. Algunos -jugadores sobre todo- también se atreven a la cargada: «Nando mufa», le gritan, por supuesto, en un tono más que distendido. Nando los fulmina con la mirada y tan serio como siempre, sigue contando: «Me gusta la dirección técnica. Por eso también ayudo a Aostri y a Manfra en las inferiores de futsal, para que sepan cómo hay que rotar, cómo hay que salir...». Con su metro y medio de estatura, luce impecablemente el equipo completo de Caballito: medias, short y camiseta, obsequiados por la ‘97, que esta temporada deja el baby (cada año ocurre lo mismo con la categoría que se despide). Orgulloso, posa para la foto con la flamante indumentaria.
La nota va llegando a su fin y él no quiere olvidarse de las menciones. «Tengo muchas amigas», dice, y desea que eso figure en la revista. «Poné que le mando un saludo a Rosario De Nicola (la hermana de un jugador de la quinta e hija de Alejandro, actualmente DT de Estrella de Maldonado) y a la hermana del zurdo de la cuarta. También le mando un gran saludo a los dirigentes y a toda la gente de Caballito». El reportaje parece que se termina, pero más tarde, Nando seguirá buscando al cronista, para agregar más saluditos a gente que le «reprocha» no haberlos mencionado. Para no defraudarlos, recuerda: «Por favor, quiero que pongas a Rodolfo, un gran dirigente. Y a Ana Cuzzolino. Y también a su hijo Paolo, y que se recupere pronto de la lesión».
Ahora sí, la entrevista finalizó. Nando se aleja para ocupar un lugar en la tribuna, sitio desde el cual comandará los cantos de aliento a la primera división. Su tribuna. Ese sitio que le pertenece y que conoce a la perfección, al igual que cada rincón de Caballito Júniors.

No hay comentarios: