noviembre 11, 2013

«Cuando era jugador y técnico, me quería reemplazar a mí mismo todo el tiempo»


Oscar Landriel cumplió la doble función durante un tiempo. Pero ahora es sólo DT de Hurlingham.

Hurlingham es uno de los tantos equipos que pugna por conseguir un lugar en la Copa de Oro de 2014. Su técnico, Oscar Landriel, dijo al respecto: “Sacamos muchos puntos en esta etapa, pero en realidad no esperábamos llegar a esto. Nuestra idea era clasificar a mitad de año, lo que pasa es que nos tocó una zona muy difícil”.
-¿Cómo vislumbrás el último tramo del torneo?
-Las chances están intactas. Igual será complicado. Hay unos cuantos equipos que estamos en el pelotón. Pero tenemos esperanzas.
-¿Si se da, lo tomarías como un ascenso?
-No, sólo como un logro como para seguir adelante. Para mí sería obtener la permanencia, no ascender.
-En el plantel no hay futbolistas de renombre pero pese a eso sacaron muchos puntos. ¿A qué se debe?  
-Esta es una base de jugadores que están muy metidos en el futsal desde hace cuatro años, y saben lo que yo pretendo, porque además, fui compañero de ellos. Hay dos o tres pibes grandes, y el resto son muy jóvenes. Ahora se sumó un chico de cuarta, que está andando muy bien. Estamos tratando de subir jugadores, pero es muy difícil.
-¿Por qué?
-Y... esto es todo a pulmón. Los dirigentes se matan para que no nos falte nada. Pero a veces la gente no se compromete. Por ejemplo, vos hacés una prueba de jugadores y te vienen treinta. Después, si un partido no los ponés, no te viene más nadie. Entonces siempre quedan los mismos de siempre. Falta ese compromiso
-¿No están como para atraer al jugador con algún viático?
-Todavía no. Por ahí lo que se interesan por venir te preguntan y les tenés que decir que no hay plata. Por ahora nos arreglamos con lo que tenemos. Ojo, no me quejo, no nos falta nada y la base del grupo está muy buena.
-¿Vos también hacés todo a pulmón?
-Cuando era jugador me iba tres veces por semana de Villa Crespo, donde vivo, hasta Hurlingham, sin una remuneración. Ahora es igual, con la diferencia de que ya tengo mi sueldo y me cumplen siempre.
-¿Cómo te propusieron hacerte cargo del equipo?
-El técnico anterior (Héctor Troncoso) tuvo problemas con un par de jugadores. Acepté porque tanto al club como a los pibes, los aprecio mucho.
-¿Hay presiones?
-De parte de los dirigentes, ninguna. Sólo me piden que no existan faltas de disciplina, ya que en otras épocas tuvimos algunos problemas. Pero este año estamos limpitos. Esperemos seguir así.
-¿Ya colgaste los botines?
-Sí, porque no se puede hacer las dos cosas juntas. Este año me metí de lleno en la planificación y como hay que estar en todos los detalles, el jugador quedó de lado.

-¿Qué pasó cuando cumplías las dos funciones?
-El año pasado lo intenté pero no se podía. Vos tenés que tratar de hacer bien las cosas afuera de la cancha y adentro, si te toca ingresar. Y se complica. A lo mejor le pedía a alguien que hiciera una cosa y después yo entraba, y hacía otra. Tenía un doble compromiso.
-¿Te costaba reemplazarte a vos mismo?
-No, todo lo contrario. Me quería sacar todo el tiempo.
-¿Y ahora no tenés ganas de jugar?
-¡Me muero por hacerlo! Pero ya está. Estoy fichado pero no juego.
-¿Cómo jugarías si tuvieras los jugadores que quisieras?
-Con un planteo agresivo. Que vayan a buscar todo el partido. Es lo ideal. Ojalá pudiese contar con dos cuartetos del mismo nivel. Pero eso es muy difícil. Lo más común es que cuentes con un cuarteto, y después rotes los jugadores. En Hurlingham lo están haciendo bien, aunque con un par de refuerzos, estaría mejor.
-¿De qué técnico aprendiste más?
-Yo jugué mucho tiempo en Caballito y me baso en lo que me enseñó Mónaco, directamente. Después, todos te dejan algo. Tanto de lo bueno como de lo malo.
 

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