¿Cómo está Juvencia para arrancar este nuevo torneo en Segunda?
Hicimos una muy buena pretemporada, tenemos un profe nuevo. Marcelo Aguiar era un gran PF pero no pudo seguir por cuestiones de distancia y tiempo, y con el nuevo hay cosas que cambian, se renuevan, y se trabajó muy bien. En cuanto al plantel mantuvimos la base del año pasado y se sumaron algunos chicos con historia en el club, conocemos al entrenador (Fabio Pérez) y eso es bueno. La verdad que pudimos trabajar mejor de lo que estábamos acostumbrados. Ahora el tiempo y los partidos dirán para qué estamos; solo espero que podamos cumplir un buen papel y pelear algo importante. Uno siempre sueña con volver a la División de Honor.
¿Qué cambios hubo en el plantel?
Por ahora no se nos fue nadie pero a mitad de 2014 perdimos dos jugadores más que importante para el club por cuestiones personales. Mauricio (Rodríguez) era una gran jugador, jugamos juntos desde los 4 años y Nachito (su hermano) era un crack La cuestión refuerzos es complicada: el club en lo económico no puede competir con nadie y eso dificulta. Se sumaron algunos chicos que nacieron acá como Maxi Solórzano y otros refuerzos que son del barrio. Pero lo importante es que somos un plantel muy unido y tenemos una linda cantidad de jugadores. Además esperamos pronto la recuperación de mi hermano Mariano, que fue operado el año pasado de cruzados cuando estaba en un gran momento.
¿Qué opinás la campaña que hicieron en 2014?
Tuvo muchos altibajos, con grandes partidos y otros muy malos en la fase de grupos. Ganamos cuando teníamos que ganar y en la Copa de Oro empezamos muy mal, después nos fuimos acomodando. Cabe destacar que sufrimos muchas lesiones, ausencias y expulsiones. En mi caso me perdí en total casi 12 fechas, se hicieron grandes partidos y otros no tanto. Lo importante es rescatar lo bueno y tratar de que lo malo no pase. Este 2015 veremos cómo se da. Esperemos pelear arriba, tenemos con qué y ganas sobran.
Y en lo personal, ¿una temporada más en el club que te vio nacer?
Sigo estado en el plantel, como siempre. Mis compañeros y el cuerpo técnico me bancan y me entienden. Si no puedo ir por el laburo o porque concentro. Tuve varias propuestas más que interesantes, incluso de clubes de la A, pero no podía comprometerme con otras cosas. Estoy muy abocado a mi profesión de PF y Juvencia es el club donde me crié. Vivo a dos cuadras y encontré un grupo fantástico y un DT que me conoce de memoria.
¿Cómo está tu hermano (junto a él en la foto)?
Mariano tuvo una operación de ligamento cruzado anterior. Se lo rompió en el partido con Newbey en la fase de grupos. Ahora ya está trotando y con kinesiología. Ojalá se recupere de la mejor manera, porque lo necesitamos.
El trabajo que mencionaste es el de preparador físico de la primera del Sportivo Italiano.
Sí. Es bárbaro trabajar en una primera, con profesionales, y en una categoría tan dura y competitiva, donde los recursos suelen escasear. Eso hace que uno tenga que superarse cada día más. Gracias a Dios me tocó un muy buen cuerpo técnico, con muy buena gente y grandes profesionales, lo que hace que todo sea un poco más fácil. Igual es un gran responsabilidad, un desafío. Es muy lindo laburar de lo que uno estudió y le gusta.
¿Cómo accediste a ese puesto con apenas 29 años?
El profesor Osvaldo Conte me había acercado a Leo Magarelli para trabajar en las inferiores de Atlanta, lo cual fue una gran experiencia el año pasado. Estaba con cuarta y quinta. Luego él mismo me recomendó con Salvador Pasini cuando asumió en Italiano. Ahí empecé unos días con otro profe que después se fue a San Luis, y a partir de entonces quedé con ellos. Estoy desde octubre. Realizamos pretemporada en Mar del Plata. Estamos en un campeonato duro pero con mucha confianza en el trabajo realizado.
Hablemos de tu papá Elvio, quien es nada menos que el PF de la Selección Nacional. ¿Cómo vivís vos ese hecho tan especial?
Y... uno lo va viviendo día a día de formas diferentes. Lo mejor es que el después de mucho tiempo volvió a vivir en casa con la familia, esa es la satisfacción más grande porque él llegó adonde llegó, pero pasó por situaciones muy difíciles, de mucho sacrificio. El no vivía en casa con nosotros desde el 2002, cuando se fue a Libertad de Paraguay, y se extraña tanto de su parte como de la nuestra. Después le tocó vivir en Rosario, en Santa Fe, en Asunción, en España... Ahora, el tenerlo día a día es lo que más se disfruta, y que trabaje tan cerca de casa y que solo se vaya en las giras, es la alegría máxima. Nosotros llegamos a pasar épocas que solo lo veíamos uno o dos lunes al mes, o incluso en tiempos del Mundial 2010. Al ser tan unidos, se hacía difícil, más para él que estaba solo.
¿Qué le dicen en el club?
Lo vuelven loco. Mi papá está en Juvencia casi desde los 14 años, incluso vivió con mi abuela ahí, cuando eran de caseros en el club. El sigue siendo la misma persona de siempre. Sufrió e hizo mucho sacrificio, y eso a uno lo hace sentir más orgulloso.
¿Le piden ropa y cosas de la Selección?
Generalmente sí, a veces se le hace complicado complacer a todos, pero en la medida que puede lo hace. Papá es una persona muy tranquila, muy de perfil bajo, muy sumisa. Eso hace que él lo lleve de una manera distinta. Sigue teniendo los amigos de su infancia. También son del club desde chicos y con ellos sí cumple siempre. Con los pedidos nuestros trata de cumplir pero es difícil hacerlo con todos. Pero sí, lo hinchan bastante (risas).
El baúl de los recuerdos: los hermanos Paolorosso junto a Maradona, cuando Diego trabajó con su papá en los Noventa.
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