“Vamos a ver si podemos seguir en el pelotón de arriba..”, desliza Lucas Chianelli (32 años), figura de un Ferro protagonista en el torneo de Segunda. El conjunto de Caballito tuvo un excelente arranque y, si bien una goleada ante el buen equipo de Cideco lo hizo trastabillar, este domingo se recuperó venciendo a Unión en Ezpeleta y continúa en la lucha por regresar a Primera División.
“Hay que darle para adelante y lograr el objetivo que tanto queremos”, agregó Chianelli. A continuación, vertió estas frases.
“En lo personal estoy bien, contento con el grupo que me tocó integrar. A algunos chicos ya los conocía y me integré muy bien. En lo futbolistíco también estoy conforme”.
“Venía con algunas complicaciones en lo físico pero eso no me impidió jugar ningún partido. Eso sí, estoy regulando un poco por el tema de la edad, pero igual ando bastante bien. Lo que tenía era una pubalgia. Es una lesión rara, que viene y se va. Hay que estar alerta porque en cualquier momento puede volver. Mejor no la llamemos...”
“Llegué a Ferro en la última semana del libro de pases abierto y por la situación que atravesaba Pinocho. Javier Le Pera (a quien conocía por haber jugado juntos) me comentó esta posibilidad. Los dirigentes me contactaron y me gustó la idea. A Fer Casais también lo conocía de Boca, de varios chicos fui compañero y el club de encantó”.
“Mi función es parecida a la última etapa de Pinocho: jugaba pero no tantos minutos como en la primera época. Acá armamos dos cuartetos y se va rotando bastante”.
“A Pinocho le sigo la campaña. Tengo grandes amigos ahí. Es un año distinto para ellos, ahora que hay playoffs. Se están dando resultados extraños pero creo que para la segunda mitad los equipos ajustarán los tornillos y se pondrán las pilas para entrar entre los mejores ocho”.
“A diferencia de primera, acá son todos muy parejos y duros. Hay siete u ocho equipos en condiciones de pelear arriba. No me animo a pronosticar nada. ¿Quiénes me gustaría que suban? Bueno, tengo a mi amigo Maurito (Riente) en El Talar, Pero lo más importante es que ascendamos nosotros”.
“Decía que en Segunda, los equipos son todos parejos. El ritmo es menor. Eso se nota especialmente en los segundos tiempos. Después, hay buenos jugadores. Como en primera. Quizás en ahí se intenta jugar más y en Segunda, hay algunos equipos que se cierran”.
“De haber continuado en Primera no sé cómo me hubiera ido en lo personal. Supongo que como el año pasado: un torneo bien, otro más o menos. Ese trajín me generó la pubalgia. Era más exigente”.
“La paternidad me cambió mucho. Sobre todo en lo físico.
Me mimeticé con mi mujer: engordé y todo (risas). Pero es una de las mejores etapas. Se duerme poco... Pero bueno, se reemplaza con la sonrisa y el amor de un hijo”.
“Más allá del futsal, tengo desde hace dos años un local de ropa de hombre en Villa Urquiza. A los partidos, mi viejo viene a verme como siempre. A veces mi hermano. Estamos muy bien, no me puedo quejar”.
“Esto lo viví durante toda mi carrera. En Brasil y España los jugadores no tienen otra actividad y esa diferencia se nota en la cancha. Acá uno labura y después tiene que ir a entrenar. Pero bueno, tratamos de contarrrestarlo con amor propio”.
“Lo de retirarme se evalúa desde hace rato. No tanto por como me siento, sino por la situación familiar. Ya tenés otras actividades que se superponen y se empieza a complicar. Siempre está en mi cabeza ese tema pero la voy a tratar de estirar hasta el año que viene. ¿Si me retiraría en Ferro? Podría ser. Aunque por lo pronto, quiero ascender y luego lo analizaré”.
“El mejor momento de mi carrera creo que fue el 2010 en Pinocho, en el año de los playoffs. Logré combinar experiencia con juventud. En Boca también nos fue muy bien, pero ya tenía otra edad y cumplía otra función. En su momento soprendió que haya ido a jugar ahí al ser como un clásico. Pero fue una de las mejores decisiones que tomé porque era un grupo espectacular. Christian Meloni y todos me trataron diez puntos. Hoy seguimos siendo amigos”.
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