PINOCHO EN CARRERA, BANFIELD EN PRIMERA

El segundo contra el tercero. Así llegaban Pinocho y Banfield a este enfrentamiento. Los dos, con esperanzas de alcanzar campeonato. Tras el triunfo de Pinocho por 5 a 1, sólo los de Villa Urquiza continúan en la carrera por el título. El Taladro quedó al margen de la misma, aunque igualmente se retiró reconocido por su gente, en función de la gran campaña del Clausura, que le permitió mantener la categoría con varias fechas de antelación al final, luego de haber ocupado el último lugar de los promedios en un largo tramo de la ronda inicial. 

 EL PARTIDO. En el segundo tiempo recién pudo imponer Pinocho su ambición ofensiva. A pesar de contar con la pelota y dominar el rectángulo, el primer tiempo le había sido esquivo a la hora de concretar las situaciones generadas. Calo (a los 12’) consiguió la apertura, pero un minuto después Coronel señaló el empate. Luego de mucho insistir y de que Pelaia se convirtiera en figura (inclusive le atajó una sexta falta a Corazza a los 17’ del PT), a los 8’ del ST Usinger logró vulnerar al arquero banfileño, tras una asistencia de Elías en un tiro libre. Pero pese al 2-1, el trámite no se abrió hasta los 14’, minuto en el cual Corazza señaló el tercero. Enseguida vino el 4-1 marcado por el mismo Sebastián y a los 19’, Riente (de sexta falta), selló el merecido triunfo local.

SALDOS Y RETAZOS

TODO TERMINÓ EN PAZ. La encumbrada posición de ambos equipos hizo que las expectativas fueran importantes y que el clima estuviera tenso desde el comienzo. Dentro de la cancha se jugó fuerte -aunque en forma leal- y en las tribunas hubo cruces verbales, casi siempre originados por chiquilines de las inferiores. Tras la chicharra final, el plantel de Banfield discutió con parte de la tribuna local, temiéndose incidentes que afortunadamente, no se propagaron más allá de algunos gruesos epítetos. El tumulto, fue dispersado en unos instantes.
LA GENTE PEDÍA UN PICO. En un pasaje del encuentro -el juego estaba detenido- Alan Calo quedó cara a cara con Diego Riccio. El jugador y el árbitro se pusieron a dialogar sobre una jugada puntual, apenas separados por escasos centímetros. Desde el sector local los hinchas, ocurrentes, no se hicieron esperar: “Piquito, piquito...” entonaron. Y el hombre de Pinocho no pudo evitar la sonrisa.
METIERON DOS EN UNA NOCHE. Pese a lo atractivo del choque, no había muchos espectadores neutrales. Los hermanos Santiago y Hernán Basile, y Luchi Dopico (Kimberley), que llegaron junto a Fabián Ocanto (Platense), eran unos de los pocos curiosos. Lo llamativo es que el grupo de los cuatro venía de presenciar Platense-All Boys, partido jugado dos horas atrás en Vicente López.
PENDIENTES DE SAN LORENZO-BOCA. La incertidumbre por el resultado de este encuentro reinaba en todo el estadio. Mientras transcurría el primer tiempo en Villa Urquiza, corría la noticia de que el Ciclón ganaba 2-0, algo que entusiasmaba a los de Pinocho tanto como a los de Banfield. En el entretiempo se conoció el angustioso empate xeneixe en el Bajo Flores, lo que trajo cierta desazón en el público presente. A continuación, Pinocho aseguró su victoria, cobrando enorme interés el trascendental cotejo ante Boca, ahora cuatro puntos más arriba en la tabla.
LA PRÓXIMA FECHA, GRAN PARTIDO. “El domingo/cueste lo que cueste/el domingo tenemos que ganar...” Con esa consigna, el público de Pinocho despidió a sus jugadores. Es que ante Boca, sólo le cabe la posibilidad de salir victorioso para ponerse a un punto del Xeneixe y estirar la definición para la última fecha. Allí, Boca visitará a River y Pinocho a Ferro. Si los de Gazzo no logran derrotar a los de Meloni, estos serán automáticamente los dueños del Clausura.