-La verdad que este fin de año se presenta más o menos en lo personal. El jueves pasado mi señora estaba andando en cuatriciclo en Pinamar y volcó con mi nena atrás. Están con algunas fracturas y raspones, pero bueno, saliendo adelante... Yo estaba en Buenos Aires y me fui rápido para allá. Llegué a las 12 de la noche, a las 4 de la mañana les dieron el alta y nos volvimos. Ahora se están recuperando y en los próximos días viajamos todos juntos nuevamente a Pinamar.
-A nivel futsal, ¿que te deja este 2013?
-En el primer campeonato anduvimos bárbaro y en el segundo, más o menos. El balance igual es positivo. Se trabajó muy bien. En el Apertura ganamos partidos muy importantes y terminamos bien arriba. En el Clausura se nos dio un poco vuelta la tortilla.
-¿Por qué?
-Quizás experimentamos con un arquero que no venía del futsal (Daniel Costanzo) y sobre siete partidos, perdimos seis y empatamos uno. No le echo la culpa a él, pero se notó la diferencia.
-Y al resto del equipo, ¿cómo lo viste?
-En líneas generales, bien. De hecho, renovamos con la mayoría de los chicos que estuvieron en 2013. Ahora estamos a la espera de novedades, con respecto a dos o tres incorporaciones de nivel.
-¿Se puede saber algún nombre?
-Todavía no. Primero hay que hablar con los clubes a los cuales pertenecen, para ver si están en condiciones de desprenderse de ellos. Después, lo daremos a conocer.
-¿Qué opinás de Leo Barrios?
-Hizo un trabajo muy profesional. Tanto en primera como en tercera y las inferiores. Con un proyecto que nosotros queríamos para el club, que incluya chicos del semillero para nutrir a la primera. De a poco, estimo que eso se irá haciendo realidad.
-¿Alguna vez estuvo en duda su continuidad?
-No, siempre tuve claro que Leo debía seguir. Sí creo que hay que mejorar en algunas cosas; como en todo emprendimiento, hay que aceitar algún engranaje para optimizar el funcionamiento.
-¿Por ejemplo?
-En la parte logística y a dar algún apoyo más del que se le dio este año.
-¿Podrías ser más específico?
-Por ahí conseguir un lugar de entrenamiento, con una cancha algo más grande que la nuestra. Un día por semana darle al equipo otro lugar para que practique. También estamos pensando en hacer de locales en una cancha que no sea la nuestra.
-¿Eso se le ocurrió al técnico?
-No sé si al técnico. Lo conversé con él y le pareció bien. Será cuestión de ir viendo para saber si es factible.
-¿Continúa Ramón Cabrera?
-Por supuesto. Sigue como coordinador, trabajando a full, en primera y en inferiores. El me está dando una mano grande con todo esto. Para mí es una gran ayuda. Hay que estar todo el día con los técnicos, con los chicos, con los papás, con la cuota, con la ropa, con todo. Gracias a él yo estoy más desahogado, ya que pude delegar bastante en el día a día.
-Hablemos de San Lorenzo.
-Es el club que llevo en el corazón. Estoy contento por el campeonato y por mi hermano Sergio, que está en la lista que ganó las elecciones. Se lo merece. Tinelli le ofreció ser pro-tesorero. Al principio no quería pero finalmente aceptó. El otro día íbamos a ir porque asumían oficialmente, pero se postergó el acto porque se cortó la luz en la Ciudad Deportiva.
-Y vos, ¿estuviste yendo a la cancha?
No. La verdad que estaba un poco enojado, pero bueno, ya se me pasará.
-¿Es por por el tema del palco presidencial, que era tuyo y te lo ocupó Tinelli?
-Un poco sí, pero ya está. Hay veces en que hay que ceder en la vida. Ya pasó. Seguro el año que viene vuelvo a la cancha.
-¿Y el palco?
-Hasta el 31 de diciembre lo tenía yo. Pero bueno, ahora lo tiene él.
-¿Seguís con la seguridad del plantel profesional de Tigre?
-Así es. Y con la seguridad personal de Sergio Massa y su familia. El se sigue acordando de mí y de mi gente para cuidarlo en la faz personal. A eso yo lo considero lo más importante.
-¿Y si se presenta como candidato a presidente?
-Eso depende de Sergio. Hay que esperar.
-¿Cómo conociste a Massa?
-En el 97, a través de mi hermano. Yo estaba en la custodia de (Palito) Ortega y Duahlde. El integraba uno de los grupos de Ortega cuando empezó a trabajar en la Secretaría de Desarrollo Social. En el 2001 empezamos a trabajar juntos en el ANSES. Eso duró hasta 2008. A partir de ese año hasta 2011, estuvimos juntos en Tigre. Y ahora el vínculo continúa con la custodia de su familia.
-Hace 15 años, ¿imaginabas que podría llegar a presidente?
-Cuando estábamos en el ANSES, un día volvíamos de Dolores hacia Buenos Aires en la camioneta. Sergio me preguntó: "Adri, ¿crees que algún día seré presidente?". Yo le contesté: "No preguntes bolucedes, nunca vas a llegar". El otro día le escribí: "Creo que me equivoqué". Y se cagaba de risa.-Por lo que contás, hay mucha confianza.
-Claro que la hay. Pero eso no se da de un día para el otro, sino que es una cuestión de años. Como él dice siempre: "Hechos, no palabras". Por más que uno diga que es amigo o no, los hechos demuestran, que, efectivamente, existe una amistad.
-¿Cómo eran aquellos comienzos?
-Cuando empezamos era todo a pulmón. Sergio se movía en un Renault 9 con su secretario. Siempre "yugándola". Nadie te regala nada en esta vida. Uno sabe como laburaba él cuando arrancamos. Siempre se rompió el orto.
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