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Boca y América empataron 1 a 1, resultado mediante el cual el local
quedó a sólo un punto de su bicampeonato. Es decir que con sólo empatar con
Barracas por la última fecha (se jugaría el miércoles en estadio a confirmar) obtendría
el título. En caso de perder, habría un desempate con Kimberley si es que los
de Villa Devoto derrotan a Caballito.
Los de Meloni salieron dispuestos a no prolongar el suspenso
y a conseguir el triunfo tan esperado. Pero se toparon con un rival que se
propuso aguarle la fiesta y que también tenía sobrados motivos para querer
ganar, pues está luchando para obtener una plaza en el
Nacional.
En consecuencia, la paridad reinante quedó en evidencia
apenas comenzó el cotejo. Los dos pisaron el acelerador en cuanto tuvieron la
oportunidad, aunque la buena tarea defensiva en ámbas áreas, conspiró para que
hubiera goles. De ese modo se esfumaron los primeros 20 minutos, siendo la
ocasión más clara, un tiro de sexta falta para América que desvió el Gallego
Rodríguez.
Al minuto del complemento, los visitantes tendrían su revancha. Marcone, mediante un fortísimo tiro libre, venció la resistencia de Loreto y señaló el
SALDOS Y RETAZOS
Si en el partido principal América fue el que más celebró de los dos, en el preliminar se fue más feliz todavía, ya que en un atractivo partido, venció 6 a 3 a Boca, que estaba segundo, detrás de River, en la tabla. Con este resultado los del Parque Avellaneda se colocaron en tercer lugar.Entra América a la cancha. Llamó la atención la demora del elenco visitante, que saltó al rectángulo cuando su rival y los árbitros, hacía varios minutos que esperaban y la impaciencia se apoderaba de todos. Cuando le preguntamos al DT Mariano Gómez el motivo de la tardanza, una fina ironía fue la respuesta: "Es que los pibes estaban con un poco de miedo".
Los hermanos Vaporaki junto a Rocky Torrez y Pablo Vidal. Los cuatro tienen en común el lugar de nacimiento: Tierra del Fuego.
La presunta incomodidad de una bota ortopédica no le impidió a Pablo Squillace vivir el partido a mil. "Me esguincé jugando al fútbol", explicó, aclarando enfáticamente que en la jugada desgraciada, no pegó ninguna patada, sino que se lesionó solito.
El gimnasio Quinquela Martín presentó un excelente marco de público. El piso superior fue destinado a la hinchada visitante, que se acercó hasta La Boca en un muy buen número.
Final de un partido ardorosamente disputado. Dejando la adrenalina de lado, Pablo Marcone corrió a saludar a los Vaporaki, ex compañeros de equipo, y le pidió al fotógrafo de Pasión Futsal una foto juntos. "Somos muy amigos, les deseo lo mejor", sentenció.
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