Una foto de 2005: Cervera, en el centro, junto a Alberto Coronel y Alberto Carfagna, autoridades de la Escuela de Técnicos de Futsal, cuando el ex dirigente recibió una distinción donde se le premió por su capacidad y generosidad.
A los 78 años, falleció el ex dirigente de Fenix Ricardo Cervera, el hombre que a principios de 1991, realizó una acción clave a favor de la actividad, permitiendo que el futsal siguiera con vida cuando sin esa maniobra, hubiera desaparecido. Esta es la explicación que nos dio en una nota que le realizamos hace algunos años.
¿QUÉ HIZO DON RICARDO?
Si bien hace varios años está alejado de la actividad, la labor que Ricardo Cervera ha desempeñado en aquellas épocas románticas de los inicios, amerita un reconocimiento y -por qué no- un agradecimiento de parte de todos los que, de una u otra manera, tienen que ver con el futsal.
La explicación es sencilla, y se refiere a que si en 1991 el astuto dirigente no hubiera sacado un as de la manga en un momento muy difícil de la disciplina, acaso en estos días el futsal sólo sería una pintoresca anécdota truncada apenas despuntaban los Noventa.
Hoy es imposible saber qué hubiera ocurrido, pero lo concreto es que en ese año, sólo siete equipos habían confirmado su participación. Siendo menos de ocho, la AFA no permitía poner en marcha el torneo.
Chacarita había declinado de intervenir y tampoco Tigre, que proveía de una gran infraestructura al grupo que comandaba Cervera, deseaba continuar. Por ello, don Ricardo y sus muchachos a comienzos de 91, se habían inscripto con el nombre de Fenix, aprovechando que el hombre también estaba vinculado a esta institución.
Sin embargo, no alcanzaba. Eran siete equipos. El torneo, así, se moría. Ya con el certificado de defunicón en la mano, en pocas horas, Cervera halló la solución salvadora: le entregó toda su estructuctura (lo que comprendía también los jugadores) al club Glorias y, a su vez, convenció a la dirigencia de Tigre para que también le prestara el nombre a la institución vecina, gracias el cual pudiera competir, ya que aún AFA no aceptaba entidades no afiliadas. Fue la primera vez que se realizó una “cesión de nombre” de este tipo (después, habría muchas más).
Cervera se quedó con un Fenix, que, casi de cero, tuvo que armar nuevamente, casi de la noche a la mañana. El resultado futbolístico no fue bueno. Los blanquinegros hicieron una pobre campaña, aunque allí lo más importante era salvar al deporte. Y el objetivo se cumplió.
“En aquel entonces no se lo vio como algo heroico, recién mucho tiempo después se lo observa desde ese punto de vista”, analiza Cervera.
El ex dirigente cuenta que no fue fácil la salida, pero que cuando se presentó la oportunidad, “nunca lo dudé porque a mí siempre me interesó más el futsal que mi propio club. Yo sabía que esto pronto crecería muchísimo”.
Cervera ofrece más detalles del acuerdo: “Nunca fui un tipo de plata, a mí me costaba una enormidad bancar el futsal. Para nosotros fue problemático darle todo a Glorias. Les dimos todo el plantel, inclusive a Giménez, un jugador de Selección. De todas formas, yo no salí a tocar pito. Como ya dije, veía que esto tenía mucho futuro y la prioridad era que la competencia no se cortara”.
"NUNCA LO HIZO POR DINERO"
Ezquiel Sfeir, un amigo de su familia que también está vinculado al futsal (hizo el curso de DT en ATFA y trabaja como entrenador en los clubes Victoria y San Fernando) charló con La Voz del Futsal acerca de Cervera: "Nosotros le decíamos Caducho de sobrenombre. Ya venía con muchos problemas de salud, hace siete años que luchaba contra la diabetes. Estaba en silla de ruedas y casi no veía. La piloteó hasta el último día. Era un gran tipo".
Luego, agregó: "Les agradecemos mucho, tanto yo como su familia, en el interés de ustedes y de la comunidad del futsal hacia él, quien también le dedicó mucho tiempo fuera y dentro de su casa. Como me recordó anoche su señora, nunca lo hizo por dinero, con perfil muy bajo y tratando de dar lo mejor por el deporte y fundamentalmente por los chicos".
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