El club de la calle Nicasio Oroño ingresó al futsal en 2003. Sólo un año más tarde, obtuvo el ascenso a Primera, al consagrarse campeón de la mano del técnico Augusto Mónaco. Desde aquel entonces, se mantuvo en la división superior, protagonizando actuaciones que inclusive lo llevaron a clasificarse para el Nacional 2008 (Alejandro De Nicola era su entrenador). Uno de los jugadores de aquel ascenso de 2004 es Norberto Calderón, el mismo que al final de la temporada pasada, con apenas 31 años, dejó de jugar para convertirse en el técnico de los Verdes. «Confiamos en el Polaco para iniciar un nuevo proyecto- explica José Cuzzolino- y estamos contentos más allá de que la campaña no ha sido buena en este primer torneo». El presidente de Caballito agrega: «Nos propusimos la meta de que los chicos del club tengan la prioridad y que hayamos tenido puntaje no tan bueno en el Apertura no nos hará cambiar de opinión». Después de un comienzo alentador, el equipo se fue quedando y terminó más cerca del último que del primero. Sin embargo, eso no parece desalentar a la dirigencia: «Acá lo importante es que, con excepción de Bottinelli y de Orozco -que ya lleva cuatro años con nosotros-, los demás jugadores son surgidos en nuestro semillero y su promedio de edad no pasa los 21 años. Caballito apunta a futuro», indica Cuzzolino, a quien acompañan Carlos Cortés (presidente de la disciplina), Eduardo Ferrando, Daniel Oubiña y Rodolfo Maugeri.
Caballito es una entidad netamente familiar, con actividades que se limitan a dos letras del baby fútbol, la escuelita de futsal y taekwondo. «Estamos por construir una loza para que haya más deportes», sostiene Cuzzolino, mientras se ilusiona con mejorar la campaña en el Clausura. De todas maneras, es consciente que debido a la competencia cada vez más profesional del torneo, «nuestras chances de pelear el título quizás no sean las mismas que las de los rivales que pueden pagarle a su plantel». Los futbolistas del Verde no cobran viaticos ni premios. «No hay plata para eso este año, acá es todo a pulmón», se sincera el dirigente, informando que el presupuesto oscila en los seis mil pesos mensuales. Eso incluye el cuerpo técnico (también de inferiores) y los gastos de localía, que son realmente costosos ya que la cancha de Nicasio Oroño sólo sirve para jugar de octava a sexta. Para las categorías más grandes, se alquila Estrella de Boedo.
La firma Frasle, colaboradora desde hace muchos años, es el sponsor que solventa una parte de ese presupuesto. Las recaudaciones y la cuota de los chicos -pagan 45 pesos hasta tercera inclusive- hacen el resto y si aún no alcanza para cubrir el rojo, el generoso bolsillo de directivos-padres siempre está preparado para capear el temporal en un ámbito donde no sobra nada, pero tampoco falta. «Por ahí si es necesario a un papá te da 300 pesos, otro 200... Todos tienen muy buena voluntad». La venta de Diego Calderón a Nueva Estrella, ayudó a alimentar un poco las arcas de un futsal que en años anteriores, se nutrió de jugadores de otras latitudes. «Antes había muchachos que venían de afuera. Ellos cobraban, pero se nos cayó un auspiciante y no se pudo más -reconoce el presidente-. Ahora estamos atrás de otro sponsor bastante fuerte, pero aunque lo consigamos vamos a respetar el proyecto que prioriza a los pibes y tratar de incluir otras cosas, como cobertura médica para los planteles». A pesar de la lucha constante, la dirigencia de Caballito no pierde el optimismo: «Hay que destacar lo unido que está el grupo. La primera y la tercera comen los viernes en el club, Y ojo que no tienen ningún problema en pagar ellos. Tanto en lo futbolístico como en lo humano, son excelentes. Con gente así, vamos a mejorar en cualquier momento», concluye Cuzzolino, a quien la victoria en las dos primeras fechas, parecen haberle dado la razón.
QUIEN ES QUIEN
Primera y Tercera: Norberto Calderón (DT); Daniel Rubio (PF); Paolo Cuzzolino (AC).
Cuarta: Paolo Cuzolino (DT).
Quinta y Sexta: Martín Salerno (DT).
Sexta y Octava: Francisco Aostri (DT), M.Orozco (AC).
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