Cuatro años atrás Rafael Romea dirigía la primera de Boca. Hoy, su ausencia del ambiente tradicional, posee una explicación concreta
Rafael Romea fue ayudante de campo de Fernando Larrañaga en Boca, llegando a dirigir inclusive el primer equipo en reiteradas ocasiones. Por ejemplo, cuando el DT titular le dedicaba más tiempo a la Selección. Sin embargo, muchos le perdieron el rastro desde que en 2006 se alejó del plantel superior. Hoy, Romea sigue en Boca, pero como entrenador del femenino. “Abocado al tema de las chicas casi dejé de ver futsal masculino”confiesa Romea y agrega: “Al principio fue duro porque creía que el tema de las mujeres era una disciplina menor. Pero con el tiempo me di cuenta que es una experiencia muy linda”.
-¿Qué diferencias encontraste?
-Acá hay que hacer mucho hincapié en la técnica individual. No tiene nada que ver una cosa con la otra, prácticamente son dos deportes distintos. Los técnicos tendrían que probar dirigir mujeres, realmente les va a gustar mucho.
-¿Cómo fue el día que te enteraste que dejarías de dirigir la primera de Boca de varones?
-No te voy a negar que me bajonée. Pero hoy no me arrepiento para nada al haber aceptado este cambio. Estoy tranquilo, la decisión fue la mejor.
-¿Quién te lo comunicó?
-Larrañaga. En ese momento el equipo no andaba bien. A pesar de que uno hizo todo lo posible, no había jugadores. Poco antes Fernando me había confirmado en el cargo y lo primero que hice fue pedir refuerzos. No vino ninguno, salvo Escobar y Matos que volvían de Independiente. Se subieron varios chicos a primera, que jugaban muy bien pero no terminaban de redondear los partidos. Los resultados no se dieron y decidieron traer a Meloni, que dirigía la sub-20 y tenía mayor llegada a los juveniles.
-¿Vos también dirigías la tercera y la cuarta?
-Sí, pero cambiaron algunas cosas en las que yo no estuve de acuerdo. Por ejemplo, en el tema disciplinario. Si algo no funcionaba , yo tomaba la decisión de suspender a esa persona. Entonces me fui a dirigir las mujeres, donde sigo actuando de la misma manera. Lo principal tiene que ser el respeto.
-¿Un problema con Matos aceleró tu partida?
-Sí. Sucedió en un partido que perdimos con Pinocho en Hurlingham. Por una actitud que yo consideré equivocada, a él y un compañero los suspendí por tres meses. A Gonzalo no le gustó y anduvo diciendo muchas cosas. Ahora ya está todo solucionado.
-Al futsal masculino ni siquiera volviste como espectador.
-Son formas de ser. Preferí alejarme y que Christian (Meloni) trabajara tranquilo. Le presenté el plantel y le di todo mi apoyo, pero después el técnico pasó a ser él, mientras Horacio Vañasco y yo nos abocamos de lleno a las chicas.
-¿Tenés una opinión sobre la actualidad de Boca?
-Es difícil emitir opinión. Al no estar en el cuerpo técnico no puedo hacerlo. Supongo que son bajones que tienen los jugadores. Boca sigue siendo un muy buen equipo.
-¿Te queda la satisfacción de que Boca logró su último título con vos como técnico?
-Claro, por más que ahora eso ya sea una anécdota. Eso fue en 2003. Ahora esperemos que la racha se corte para que puedan afrontar el próximo campeonato de la mejor manera.
-¿Cómo es tu relación con Larrañaga?
-Muy buena. Por suerte en esta actividad no tengo problemas con nadie. Con Fernando, a veces nos encontramos en el club y, después de tantos años de conocernos, más que de futsal terminamos charlando de la familia y de temas personales.
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