Christian Meloni, el DT de Boca, de cara a un nuevo campeonato:
De la no clasificación de Boca para los playoffs mucho se habló. Sin embargo, el que no lo había hecho, al menos públicamente, fue su técnico, Christian Meloni, quien ante La Voz del Futsal, expresó todo lo que sentía con relaciòn a esto: “Ya estamos preparados para afrontar este Clausura. Estamos entrenando a full cuatro veces a la semana. Ahora esperamos dar vuelta esto de no haber entrado a los playoffs. Nos quedó una espina clavada”.
-¿Qué pasó?
-Varias causas conspiraron en contra de la campaña que hicimos. Primero, que empezamos la pretemporada muy temprano, el 18 de enero, calculando que el Nacional iba a comenzar antes, cosa que no sucedió. Después, la gira por Brasil que se postergó y volvimos muy encima del comienzo del torneo.
-¿Entonces por qué fueron?
-No estábamos en condiciones de desechar una gira que al club no le salía un peso, y en la enfrentamos a equipos como el Malwee. Pero fueron siete partidos en doce días que nos modificaron la planificación. Ahí se lesionaron Luis González, Guisande. Costas venía lastimado del año pasado. Igual, fuimos al Nacional y clasificamos para la Libertadores, que era uno de los objetivos.
-Pero Pinocho los goleó en la final.
-Boca tenía muchas bajas y ellos estaban al cien por ciento. La prioridad era clasificar a la Copa y se logró.
-¿No entrar los playoffs estaba en los cálculos?
-No, pero muchos partidos que empatamos merecimos ganarlos. A lo último se nos escaparon varios puntos, como contra Arsenal. No podíamos definir los partidos. Quizás con ese salto de calidad que nos hubieran dado dado González o Costas podría haber sido distinto.
-¿Qué pensás del resto del equipo?
-Los más jóvenes rindieron muy bien: Gravina no es Guisande pero cumplió con creces, lo mismo que Corso, Gorza y Ruiz. Hubo fechas en las que tuvimos siete jugadores menos: los tres lesionados, Lucas Curcio que no fue habilitado, Navarro que anduvo con una hernia de disco, Godoy se desgarró... Así y todo de los ocho clasificados, sólo nos ganaron Pinocho y Kimberley. De los últimos 14 partidos perdimos con Parque (inmerecidamente, aunque no es excusa) y Kimberley.
-Claro, aunque tampoco ganaron.
-Empatamos demasiado. Esa es la clave. A lo último se notó una mejoría, pero a pesar de eso no ligamos. Cuando fuimos subcampeones un par de torneos atrás, no se vio lo mejor de nuestro juego, pero contrariamente, ganamos bastantes partidos sobre la hora. Acá se dio al revés.
-¿Tan importante fue la falta de esos jugadores?
-Nos resentimos en el juego por esas ausencias. Nadie te garantiza que si estaban hubiéramos sido campeones y como ya te dije, los chicos nuevos rindieron, pero tapar con parches no es lo ideal.
-Hiciste hincapié en la falta de suerte y en las lesiones. ¿Pero hubo equivocaciones propias?
-Hago mi autocrítica y soy consciente que el primer error es haber ido a Brasil. Yo planifiqué que volveríamos 15 días antes del Apertura. Pasó otra cosa pero igual me quedé tranquilo pensando en que habría playoffs y clasificaríamos. Después se dio lo de las lesiones.
-¿Qué otros errores hubo?
-No sé... no pasa por una cuestión técnica o táctica. Lo que tenemos que ser es más pacientes. Yendo para adelante sin tanta necesidad nos empataron varias veces. De todos modos, a mí me gusta como juega Boca. Con pelota tenemos algo bien armado y no improvisamos. Erramos muchos goles, eso sí.
-Ya hablaste de los chicos. ¿Y los grandes?
-Hay jugadores que tiene mi edad y están en una plenitud increíble. Juegan de igual a igual contra todos. A veces da bronca: entrenamos a morir, ponemos las mejores ganan y las cosas no se dan. Por poner un ejemplo, Ferro es el equipo que jugó la final y nosotros merecimos ganarles. No estamos bajos, sólo nos falta definir los partidos.
-¿Cómo está internamente el grupo?
-Muy bien. No sé de dónde sacan que estamos todos peleados o que hay mal ambiente. Este es un grupo espectacular, nunca lo vi tan unido. No hay ninguna fisura. Si salimos novenos fue por las causas que ya enumeré. No hay que buscar cosas donde no las hay.
-¿Qué evaluación hacés de tus tres años en Boca?
-Cuando llegué teníamos el promedio número 18, de eso nadie se acuerda. Desde ahí sacamos tres subcampeonatos, de los cuales uno fue el Nacional y un tercer puesto. Clasificamos para la Libertadores, que hacía siete años que no estábamos, se consolidaron muchos chicos en primera, en inferiores las cosas andan bien... Por ahí soy demasiado exigente y me paso de rosca. Esa es otra autocrítica. Uno es un apasionado de esto y a veces tendría que desenchufarme y ser menos obsesivo para que el efecto no sea contrario. Pero estoy más tranquilo. Este golpe tan duro, a la vez me ayudó para entender mis errores y progresar.
-¿Tu continuidad tras el Apertura estuvo en duda?
-No. Jamás se habló de eso. De parte de Larrañaga siento el mismo respaldo de siempre. Este es un proyecto integral, que va más allá de la primera división.
-¿Entonces lo de Boca no fue un fracaso?
-Los que quieran poner esa palabra que la pongan. Acá somos muy exitistas o muy derrotistas. Yo me baso por objetivos. Ni somos consagrados cuando los cumplimos ni fracasados cuando no podemos lograrlos.
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