Un espectacular triunfo obtuvo Kimberley ante Pinocho, no tanto por la victoria en sí, sino por el abultado 7-2, totalmente inusual para el elenco multicampeón. ¿Cómo se entiende? Sería sencillo explicando que mientras al local le salieron todas, a su rival esta vez no le salió ninguna. Kimberley, haciendo gala de una notable efectividad, sacó provecho de todas y cada una de las equivocaciones cometidas por Pinocho. Asimismo, Guido Mosenson se convirtió en una figura excepcional a la hora de cuidar su arco cuando Pinocho se le fue encima. Y cuando el arquero no llegó, los palos le dieron una buena mano al Celeste.Hasta los 6' del primer tiempo, no había pasado prácticamente nada. Pero en ese instante el primer error defensivo posibilitó que Basile abriera el marcador. Pinocho no perdió su traquilidad habitual hasta que a los 11' Martínez Riveras colocó el 2-0 ingresando raudamente por la izquierda. A partir de allí la desesperación empezó a apoderarse de los de Villa Urquiza, que no obstante llegaron al descuento a 35 segundos de la chicharra (Sebastián Corazza le robó un balón a Ruscica y definió muy bien). Sin embargo, sólo faltaban 16 segundos y Kimberley asestó un golpe mortífero: Nieri quitó una pelota en mitad de cancha y con Elías adelantado, marcó el 3-1.
La relación entre el plantel de Pinocho y Diego Rosano también tuvo complicaciones, sobre todo tras la amarilla que el árbitro le mostró a Corazza, argumentando que éste le había gritado el gol en señal de protesta (el jugador juraba que lo había festejado con su gente).
A los 3' del complemento una falla de Benes en el mediocampo, terminó en el 4-1 de Basile. A pesar de la adversidad, los dirigidos por Gazzo no bajaron los brazos y desde ese momento se adueñaron de la pelota en forma casi exclusiva. Por varios minutos encerraron a su oponente, que estoicamente aguantó con muy poco recambio. Al lesionarse Nieri, sólo Ruscica, Pérez, Basile, Martínez y Albertini fueron los cinco jugadores que César González utilizó la mayor parte del partido.
Pinocho se hizo protagonista en base a un recurso repetitivo: la subida de Elías. Gracias a él, puso en serio riesgo el arco de Mosenson, que respondió una y otra vez con atajadas espectaculares. Daba la impresión, no obstante, que Kimberley no podría sostener la presión. Pero a los 9', en un pelotazo que le tiraron a Albertini, éste de primera conectó una colosal chilena que se incrustó en el ángulo: 5 a 1.
Ese pudo haber sido el golpe de nocaut para Pinocho, que para colmo llegó a la sexta falta en el contexto de fallos muy discutidos hacia la dupla arbitral. A los 10', Elías le tapó a Basile un disparo de esa modalidad, pero en la jugada inmediatamente posterior Rosano cobró penal y esta vez Basile pateó mejor: 6 a 1 Y todavía faltaban diez minutos. ¿Qué sucedió después? Pinocho continuó con su insistente búsqueda, aunque ya conciente de que sus posibilidades de remontar el marcador eran remotas. Kimberley en tanto, se tranquilizó y de contra siguió sacando provecho del nerviosismo de su rival. A los 15' Elías volvió a atajar una sexta falta y un minuto más tarde el propio arquero señaló el descuento, luego de haber probado sin suerte en numerosas oportunidades.
A los 18' Ruscica marcó el 7-2 definitivo, mediante una respuesta de contragole que fue un calco de otras anteriores. Kimberley, en su noche perfecta, acababa de lograr el resultado más sorprendente de la fecha, y acaso del campeonato.
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