El “Tano” Spampinato, después de la cobarde agresión sufrida contra Villa Modelo
Una salvaje agresión sufrió Sebastián Spampinato al finalizar el encuentro que su equipo, All Boys, jugó ante Modelo.El «Tano» recibió un golpe en el rostro debido al cual debió ser trasladado en ambulancia.
El jugador pudo haber perdido el ojo como consecuencia del golpe. Días después, ya dado de alta, dialogó con La Voz del Futsal:
«Estoy un poco mejor, pero fue un momento feo. Me atendió el médico del club y enseguida llamaron a la ambulancia. Estuve internado en el Hospital Churruca, me dieron el alta y en los días posteriores tuve que ir a hacerme las curaciones. Sentía mucho dolor en el ojo. Nunca había sentido algo así. La sensación era muy extraña».
«Fue un partido tranquilo, no hubo nada raro. Cuando terminó los jugadores de Modelo a un delegado nuestro (Mauro Lopasso) lo trataban de buchón. Nunca entendimos por qué. Yo estaba ahí calmando a los chicos, junto con Ricardo Tapia, y me como un arrebato de atrás. No lo vi venir. Sentí el golpe y nada más. Fue muy fuerte. Me dijeron quién me pegó. No es ni jugador, ni dirigente ni parte del cuerpo técnico. Pero prefiero que su nombre no salga a publicidad. Por eso a pesar de que algunos me decían que hiciera la denuncia policial, preferí que la cosa se terminara ahí mismo».
«El árbitro informó que hubo invasión de público de las dos parcialidades y nada que ver. Lo único que ocurrió fue este hecho aislado. El réferi no sé qué habrá visto y los motivos de ese informe».
«Pienso que esta persona le pegó a la única persona de All Boys que estaba ahí. No quiero creer que sea algo personal. Yo nunca tuve un problema con nadie. Si a alguien le caigo mal no lo sé, pero conozco a mucha gente del futsal y jamás me pasó algo así.»
«Los médicos me explicaron que hay que esperar que se desinflame el ojo. Tengo una lesión en la córnea y en la retina. No se puede asegurar que no queden secuelas. También me dijeron que tuve suerte, que con semejante trompada, pudo haber pasado cualquier cosa. Hasta que
perdiera el ojo. Ahora simplemente hay que esperar y hacer reposo absoluto. No puedo ir a trabajar ni por supuesto, tampoco jugar. Imaginate cómo me siento».
«Los únicos que se portaron muy bien de Villa Modelo fueron los Tapia, Maxi y su papá Ricardo, que estuvieron conmigo hasta que llegó la ambulancia. Incluso seguían preocupados y me mandaron mensajes en los días posteriores».
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