agosto 10, 2011

MUCHACHOS, ¿QUÉ PASA CON SUS EQUIPOS?

Cervantes ocupa el último puesto en la Zona A. El Talar hasta la semana pasada estaba anteúltimo. ¿Por qué éstos equipos se hundieron en el fondo? Buscando las razones, dialogamos con los respectivos directores técnicos.

Ernesto "Tito" López y Jorge “Turco” Sarkis.

López: «No me siento entrenador»

-¿Cómo tomás esta serie de derrotas tan extensa?
-Con tranquilidad. Uno va trabajando semana a semana, siendo consciente de lo que los jugadores que hay... Esto es un proceso que hay que superar. A nadie le gusta estar en el fondo de la tabla. Pero igual tengo mucha confianza. Estamos trabajando bien en inferiores, con una quinta campeona, una cuarta y una tercera que pelean arriba... En un futuro esto de la primera lo vamos a revertir.
-¿Cómo se explica semejante bajón?
-Tuve muchas bajas. Del plantel que se armó a principio de año sólo queda un jugador. El arquero titular se rompió los ligamentos, un par fueron dados de baja por mal compañerismo, mi hermano Hernán tuvo un esguince lumbar y no volverá en toda la temporada, Forace se quebró la mandíbula, Alvarez también sufrió una lesión ligamentaria. Con lo que queda, se hace lo que se puede...
-¿La causa sólo pasa por un plantel reducido?
-Además hay un tema futbolístico. Arrancamos cada partido creando situaciones de gol, siempre aparecen dos que quedan mano con el arquero. Pero no conseguimos concretar y eso después lo sufrimos en el arco propio.
-¿Cómo te sentís en tu primer año como técnico?
-Realmente no me siento entrenador. Yo soy dirigente del club. Esta es una etapa y no sé cuánto tiempo durará. Es un proceso para armar en Cervantes una buena base de futsal, que es un deporte que llevo en la sangre. Acá el verdadero técnico se llama Ernesto López y es mi viejo. Nosotros somos solamente alumnos. Seguramente en un futuro él volverá a dirigir la primera. Le vamos a armar un buen equipo, con chicos de inferiores. Ese es el proyecto.
-¿Por qué perdieron ese poderío que tenían cuando empezaron en el futsal?
-Cuando en 2001 nos suspendieron por un año en AFA, perdimos el 90 por ciento de la estructura. Se fueron jugadores de inferiores, entrenadores... Y todavía estamos sufriendo esas consecuencias. Igual, de a poquito nos vamos rearmando. Este año entramos con Promocionales,
así que en 2012 en octava ya arrancamos bien parados y en el resto de las categorías andaremos muy bien.
-¿Cómo se hace para encontrar motivación?
-La motivación se la damos en la semana a los jugadores. Ellos trabajan bien, con mucho ánimo. Saben que esto es un proceso. Tienen las ideas claras y no enfurecen por los resultados. Son conscientes que hoy no peleamos por nada, que trabajamos para mejorar. No buscamos el resultado sino eso. Igual, en estas 15 fechas que faltan estoy seguro que algún puntito sumaremos.
-¿A pesar de los traspiés seguís confiando en el viejo sistema de juego de Cervantes?
-El método es el de siempre: esperar y salir de contra. Nuestro sistema de juego sirve, los goles ya van a venir solos. Aunque en inferiores estamos empezando a probar el hecho de apretar en tres cuartos de cancha. Se busca también esa alternativa. Es un estilo que vamos a implementar a futuro.
-¿Por qué no en primera?
-Ahí es diferente, ya que contamos con un plantel muy corto, y de gente grande. Entonces no queda otra que replegarnos. Más todavía porque nuestra cancha es muy grande y físicamente no estamos bien. Pero más adelante le vamos a jugar de igual a igual a cualquiera.

Sarkis: «Apuntamos a no terminar últimos»

-Dejaron el último puesto, Turco...
-Es una alegría, pero no por mí, sino por los pibes. No es común que un plantel esté tan unido después de haber ganado sólo un partido en medio año. Llega el martes y estamos todos. Pero todos, eh. Hasta los lesionados. Nos miramos a los ojos, nos decimos las cosas que tenemos
que decirnos. Hablamos del partido, de lo que viene... Y yo siempre digo que sin el grupo, uno no es nada. Acá los pibes trabajan, estudian... Por cuestiones de horario empezamos a entrenar a las diez de la noche y nunca hubo un problema. Llueve, hace frío. Tu hijo se enferma, vos estás con gripe, te echaron del trabajo, te fue mal en un examen... Vivencias como esas hemos tenido montones. Pero al grupo no le podés fallar y vas a entrenar igual. En colectivo o en taxi, para no llegar tarde.
-¿Pese a los malos resultados hay respaldo dirigencial?
-El club nos da un gran apoyo. Los resultados no se dieron pero los dirigentes siguen apostando a nosotros. Me hubiera gustado tener más alegrías que las de esta última fecha, pero no se dio. Siento amargura por eso. Esa tristeza es sólo a nivel resultados, porque del resto no me puedo quejar.
-¿Por qué la campaña es tan pobre?
-Dentro de la cancha jamás fuimos superados. En el 90 por ciento del torneo jugamos de igual a igual contra todos y hasta fuimos superiores. La gente de los demás equipos te dice: che, qué bien que jugaron, tienen distintos sistemas de defensa, de ataque, no se merecen estar tan abajo. Pero bueno, lo que termina mandando es el resultado y este deporte lo hacen seres humanos, por eso es impredecible.
-¿Qué es lo que falla, entonces?
-Nuestro gran déficit es la finalización, no concretamos en la medida de las situaciones generadas. Después, el rival siempre llega, siendo inferior o superior. Y si te meten esa pelota que por ahí no esperabas, ya arrancás uno abajo. A El Talar le cuesta muchísimo revertir eso y encima hemos perdido un montón de veces en los últimos segundos. Después también hay otro tipo de razones.
-¿Por ejemplo?
-Que entrenamos en una cancha de 25 por 15. Sí, 25 por 15. Pero los partidos son en cancha grande, incluido donde hacemos de local. Resulta muy difícil trabajar así. Querés planificar algún movimiento y no podés. Por suerte, estos últimos dos meses pudimos entrenar en 17 de Agosto y nos ayudó mucho. El sólo hecho de hacer fútbol ahí te cambia la vida. ¿Te cuento otra?
-A ver...
-Arrancamos con 19 jugadores y ya en la primera fecha no pude presentar el equipo que quise. En la segunda, lo mismo. Y así, siempre. Todo el tiempo por lesiones que no eran leves: pubalgias, meniscos, aduptores...
-¿Ante estos obstáculos, por dónde pasa la motivación?
-Apuntamos a no terminar en el último lugar. Si conseguimos subir a mitad de tabla nos habremos dado una gran alegría. Pero no tiene que haber una motivación sino varias. La principal es el compañero que está al lado. Después, el esfuerzo que uno hace por amor al futsal,
porque acá ningún jugador recibe un peso. Y porque hay un sentido de pertenencia muy lindo hacia el club.
-¿Le tenés miedo a la palabra fracaso?
-Vamos a fracasar el día que bajemos los brazos. Mientras sigamos intentando salir adelante como hasta hoy, no será ningún fracaso.

No hay comentarios: