El delegado general del Deportivo Hurlingham, Alejandro Rodríguez, nos envió una nota con pedido de publicación, luego del empate en seis tantos del lunes, entre su equipo y Villa Modelo.
A continuación la reproducimos en forma textual:
Les agradezco que me den la posibilidad de expresarme, ya que lo que vivimos el lunes en Villa Modelo fue un horror.
Hasta ahora siempre me callé pero a pedido de los jugadores, quienes fueron los más perjudicados, quiero comentar lo sucedido en una jornada en que ambos equipos no jugábamos por nada. ¿Por qué aclaro esto? Porque el año pasado nos pasó algo parecido pero ahí ellos se jugaban el ascenso y tuvimos la suerte de perder sobre la hora, ya que sino seguro no salíamos sanos de la cancha. De hecho tuvimos que salir corriendo.
Volviendo al lunes, no sólo fuimos víctimas de un arbitraje pésimo; también fuimos victimas de insultos del público y agresiones físicas injustificadas. No se puede entender que en una disciplina amateur haya gente que entre a agredir a jugadores al campo de juego, que jugadores del club local griten el gol del empate a todo el banco de Hurlingham, cargando e incitando a pelear. Ver que delegados y personas del club miren para otro lado y hagan lo mismo, consintiendo y hasta justificando lo sucedido
Ni hablar de los árbitros, que estando al lado miraban para otro lado. ¿Saben por qué? Porque tuvieron que echar a un integrante del cuerpo técnico, que cuando se retiraba puteó de arriba a abajo, amenazando a la dupla arbitral, que de hecho cobró el gol del empate después de que sonara la chicharra
Yo creo que tuvieron que mirar para otro lado por miedo y los entiendo. La verdad es que yo también lo tuve. Es vergonzoso tener que retirarse con custodia policial. En mi caso me fui solo en mi auto y fui apedrado por algunos simpatizantes que nos esperaron en el puente. Esto no tiene que suceder, esta es una disciplina deportiva donde los dirigentes y delegados deben aprovechar la oportunidad que nos da el deporte para inculcar valores que tan ausentes están en nuestra sociedad.
Yo puedo entender la calentura de un jugador, pero la agresión del publico no, ya que en nuestro club apostamos a los chicos jóvenes. Observando la planilla, el 70% de nuestros jugadores tienen entre 17 y 18 años, y no podemos permitir que sean víctimas de tanta violencia. Esto no es un buen ejemplo y no se puede justificar desde ningún punto de vista. Me duele por que mis jugadores no tienen por qué bancarse tanta violencia, si lo único que hicieron fue jugar bien al futsal. No justifica que hacer un caño o tirar un taco genere esto o los haga responsables de haber de haber sido superiores al equipo rival.
Espero que esto sirva para algo.
Alejandro Rodríguez
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