octubre 31, 2011

LA ÚLTIMA "DIABLURA" DE INDEPENDIENTE: GANARLE A RIVER

Fue 6-4 en Villa Modelo, donde Independiente se adueñó de los tres puntos en un partido abierto, entretenido y con final a pura emoción. Alternativas cambiantes y vaivenes en el marcador caracterizaron este encuentro en el que ninguno de los dos jugaba nada más que por el honor. Pero, clásico al fin, se encargaron de brindarse por el espectáculo generosamente y con el correcto arbitraje de la dupla Viñas-Rodríguez Cantti.
El local lo ganó de última, como también pudo haberlo perdido sin que hubiese demasiado para cuestionar. Lo logró gracias a una "avivada" de su arquero Loreto cuando las cosas estaban 4 a 4 y al posterior gol de Loureiro, que tras un raudo contragolpe puso el 6-4 a un minuto de la chicharra.
El primer tiempo había sido 3-2 para River. El Rojo empezó en ventaja, la visita lo dio vuelta y como reflejo del mencionado vértigo en el tanteador, los de Ruscica volvieron a revertirlo para irse 3-2 al vestuario.
En el complemento, la misma historia: ritmo veloz, poca espacio para la especulación, renovada frescura en ambos equipos -con juveniles en ambos bandos, sobre todo en el visitante- y un resultado que vuelve a cambiar de manos, al darlo vuelta nuevamente el equipo de Hermida. Entonces, estando 4-3 el partido, se equivocó Loreto, que arriesgó en ataque acaso de manera innecesaria, perdiendo un balón que terminó en su propia red.
Con el 4-4 y faltando tres minutos, Ruscica se la jugó a todo o nada, enviando a D'Alessandro como arquero-jugador. El recurso esta vez falló, ya que Loreto recapturó un balón cerca de su área y -con el Toro adelantado- enmendó su error en el gol anterior, poniendo por elevación el 5-4.
Casi de inmediato, Loureiro le dio a River el golpe de gracia, cuando entrando por el segundo palo convirtió el sexto, gracias al cual se redimió además de las cuantiosas situaciones favorables que había desperdiciado durante el partido.
SALDOS Y RETAZOS

ARQUERO NO HAY UNO SOLO. Debido a las lesiones de Quevedo y Sarmiento, y a que Lucas Rodríguez estaba suspendido, en el arco de River debutó Rodrigo Bouza, el cuarto arquero del plantel. Más allá de que contó con alguna responsabilidad en uno de los goles de Independiente, tuvo un aceptable rendimiento. Poco antes del final, le dejó su lugar a D'Alessandro, que cumplió la función de arquero-jugador.

DOCTOR, ME DUELE ACÁ. En el transcurso del primer tiempo Hernán Ruiz comenzó a sentir un fuerte dolor en el pecho. Como el malestar no había sido producto de un golpe, la dirigencia del Rojo tuvo el buen tino de llamar a la ambulancia. En tanto, el partido continuó jugándose. Enseguida, llegó del Hospital Fiorito el mismísimo jefe de cardiología, quien luego de revisarlo, dijo que jugador de Independiente -a quien ya se le había pasado el dolor y quería volver a entrar- estaba perfectamente bien. "Fue sólo un susto, pero por las dudas hoy ya no jugás", le ordenaron al Negro en forma tajante.

D'OTOLO JUGARÍA CON PINOCHO. El experimentado defensor, una vez más, debió ver el encuentro desde afuera. Pero le contó a La Voz del Futsal que ya está mejor de su fuerte esguince de rodilla. Tanto es así que según su opinión, va a llegar en buenas condiciones para el partido del domingo ante Pinocho.

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