Una de las caras nuevas de Banfield es la de Ariel Molina (en la foto, el primero de la fila de abajo). El ex goleador de Country estuvo un año sin jugar futsal, hasta que terminó formalizando su vínculo con la entidad vecina, en la que, por otra parte, ya había actuado en algún tramo de su carrera: «Estoy contento de volver al club. Estos colores se sienten. Y cuando uno quiere la camiseta, es linda la vuelta».
-¿Qué fue de tu vida en 2011?
-Estuve jugando en el Argentino B para un equipo de Comodoro Rivadavia, el Jorge Newbery. Llegamos a la semifinal y por el torneo local, salimos campeones. La experiencia fue muy positiva.
-¿Por qué no te quedaste?
-No daban los números. Allá la vida es muy cara y se complicó, pero siempre están las puertas abiertas. A mí me encanta jugar al fútbol, ya sea salón o cancha grande.
-¿Extrañabas el futsal?
-Sí. Extrañaba a los amigos de Banfield, sobre todo.
-¿Cómo ves al Taladro en esta nueva etapa?
-Hay mucha confianza. En el Clausura pasado, donde salimos terceros, ya se demostró que las cosas se están haciendo bien. Ahora estamos para hacer otra vez un buen campeonato.
-¿Prometés la cuota de gol de tus mejores años?
-Ojalá, si se puede bienvenido sea. Pero lo más importante siempre es que le vaya bien al equipo.
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