A punto de cumplir 23 años, Jorge Rodríguez volvió a las canchas del futsal. La noticia quizás no tenga trascendencia, hasta que no se aclare que el protagonista de esta nota no es conocido por su nombre de pila, sino por su apodo: «Papaíto», o en su versión acotada, «Papa» a secas. El jugador que hoy viste la camiseta de Platense, tuvo una aparición fulgurante en la actividad. Surgió en la primera de All Boys Saavedra siendo un pibe de apenas 16 años. Fue convocado a las selecciones juveniles de la época y contó con la gran vidriera de River para mostrarse. Sin embargo, aquel incipiente brillo fue apagándose. Rescindido el préstamo con los Millonarios, pasó a Kimberley. Y sin repetir actuaciones como las que tuvo en All Boys, finalmente dejó de jugar. Permaneció varias temporadas alejado del futsal y cuando muchos quizás lo habían olvidado, reapareció con la casaca de Platense. Y le dijo a La Voz del Futsal:
-Estoy muy contento, se armó un lindo grupo. Pero vamos paso a paso. Yo soy hincha de Platense y el club me queda cerca. Si me llamaban de otro lado no iba a poder.
-¿Por qué estuviste sin jugar tanto tiempo?
-Venía con algunos problemas laborales. Soy empleado en una empresa de fletes. Laburo con una Fiorino. Ahora pude acomodar los horarios para volver a jugar.
-¿Qué más te sedujo de Platense?
-Que está Hernán Basile. El fue el primer técnico que me dirigió. Lo tuve en la sexta de All Boys.
-¿Extrañabas el futsal?
-Sí, un montón. Tanto que no quería ir a la cancha porque me daban unas ganas bárbaras de jugar. Fui una sola vez a ver a Kimberley en todo este tiempo.
-¿Pensaste que no volverías a jugar más?
-Sí, se me cruzó por la cabeza. Sobre todo porque en el trabajo estaba muy difícil cambiar los horarios. Por suerte entró un nuevo personal, me entendieron y gracias a ellos también estoy acá.
-¿Notás que estás falto de fútbol?
-De fútbol no. De futsal sí. Porque en este año que pasó, jugué campeonatos de todos los colores. Inclusive esos partidos por plata que hay en todos lados. Pero eso de pisar la pelota con la suela, recién ahora estamos recuperándolo, después de tanto potrero.
-¿Qué pasó en Kimberley?
-Viví muchas cosas lindas. El ascenso.... Le estoy muy agradecido a César González y a gente del club que se portó bien conmigo. Les deseo lo mejor, aunque mi salida no haya sido tan buena.
-¿Por qué decís eso?
-El campeonato en el que me fui me hubiera gustado terminarlo. Pero ya las cosas no estaban bien. Yo tampoco hice nada para que la Comisión me apoyara. Me mandé varias cagadas.
-¿Cómo cuáles?
-Y... me expulsaban por cualquier boludez. Me hago cargode los errores que cometí. Encima después jugamos la Libertadores... Todo este tiempo estuve arrepentidísimo.
-¿Qué balance hacés de tu paso por la Selección?
-Siempre la voy a llevar en el corazón. Tengo recuerdos inolvidables. Fue una buena época, porque con All Boys también peleábamos siempre el ascenso. Esa etapa de mi vida fue la mejor.
-¿Qué selecciones integraste?
-Un sub 17 con Juan Llorens, el que jugó contra Uruguay en el Cedem. También estuve en un sub 20. Entrené para un sudamericano pero lamentablemente quedé afuera.
-¿Por qué te fuiste desinflando con el transcurso de los años?
-Después del ascenso de Kimberley le empecé a dar poca bola a los entrenamientos. Estaba en otra... Problemas personales, de laburo. Cosas que pasan en un deporte que no es profesional.
-¿Hay chances de que vuelvas a ser el gran jugador que fuiste de pibe?
-Ojalá. De mi parte, arranqué con todas las ganas. Le voy a meter cien por ciento al futsal.
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