SU CAMBIO DE CLUB. «La decisión fue personal. Consideré que era un momento de mi vida en el cual quería hacer un cambio. Lo analicé desde todos lados y se dio la oportunidad de venir a Kimberley. Me gustó la propuesta y le di para adelante. Siempre es lindo tener una persona allegada en tu nuevo destino. En este caso, se dio que Pipi (Ruscica) pasó al mismo equipo. Eso también ayudó en mi decisión».
EL NUEVO KIMBERLEY. «Conociendo a mis nuevos compañeros, veo que tomé una decisión correcta, ya que es un grupo muy unido, con muchas ganas de conseguir cosas. En ciertos aspectos lo veo como un plantel parecido a Pinocho, con la diferencia de que, en cuanto a edad, este es un poco más joven. En lo futbolístico, el equipo está bien, poniéndose a punto a través de estos últimos amistosos. Estamos yendo de menor a mayor, ya que el grupo empieza a conocerse tanto en la parte humana como en lo deportivo. Jugamos unos partiodos en Uruguay y acá, contra Ferro, Juventud de Tapiales y Huracán. En Buenos Aires ganamos todos los partidos, aunque más allá de los resultados, lo importante es jugar juntos para terminar de afianzarnos y llegar al campeonato lo mejor posible».
BASILE POR MÓNACO. "La de Augusto fue una salida repentina, que nadie del plantel se esperaba. Obviamente nos sorprendió y nos movilizó en cierto punto, pero la dirigencia se movió rápido y llegó Hernán. Él y su cuerpo técnico, ya en los primeros entrenamientos, nos manifestaron cuál es su idea de juego, los objetivos del año y estamos trabajando en base a eso. Estamos a disposición como también lo estábamos con el cuerpo técnico anterior. Muy metidos para conseguir algo importante".
EL SENTIMIENTO POR PINOCHO. «Cada vez que pueda, me voy a dar una vuelta por el club para saludar a su gente. Con los chicos me une una gran relación y los recuerdos que tengo de Pinocho son los más lindos. Hay personas del club a las que me cruzo todo el tiempo, porque trabajo cerca. De hecho, a varios chicos de las inferiores también los dirijo en cancha de once. Son amigos y mi contacto será frecuente».
LA DESVINCULACIÓN. «Quiero destacar que no me pusieron ningún tipo de trabas. Entendieron que yo necesitaba un cambio y valoraron todo lo que uno le dio al club. Por eso, le estoy agradecido a todos: dirigentes, compañeros, hinchas... Y toda la gente que rodea a Pinocho. ¿Si voy a jugar cuando nos toque enfrentarnos? No se habló, pero sí. Este año me debo a Kimberley que apostó por mí. Seguramente ese partido lo jugaré».
Una foto de la última fecha del torneo pasado. Pinocho, se consagró campeón del Clausura derrotando justamente a Kimberley. Mauro Riente era el capitán de los de Villa Urquiza, y Diego Albertini, el de los de Villa Devoto. Ahora, juegan para el mismo bando.
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