LOS ÁRBITROS RECLAMAN UNA MEJOR REMUNERACIÓN

Laballos, Viñas, Guibaudi y Pate. Los cuatro internacionales, dejando de lado sus diferencias, están juntos en esta pelea, al igual que la mayor parte del referato de futsal.

El 2008 no comenzó bien para el arbitraje del futsal. Al menos, en lo que a sus ingresos monetarios se relaciona. En primer lugar, debieron aceptar una decisión que los limitaba a dirigir sólo un partido por fecha, resignando la posibilidad que tenían de hacerlo también en los encuentros de tercera división. La medida fue tomada por Dirección de Formación Arbitral (DFA), siendo su fin el hecho de que los hombres de negro optimizaran su rendimiento.
La decisión fue acatada, pero el descontento se hizo sentir cuando los jueces se enteraron que no había aumentos en los aranceles por partido. O sea que el recorte en la cantidad de cotejos, también implica una considerable merma a fin de mes en los bolsillos de los jueces.
Consecuencia directa de ello, y considerándose damnificados por la situación, más del ochenta por ciento de los árbitros determinó plantear la lucha de manera más organizada, y en las últimas horas presentaron una notificación dirigida a Alejandro Toia, el secretario general de la AAA.
“La Voz del Futsal” logró acceder al texto de esa nota, cuyos párrafos principales se transcriben a continuación:

Desde el año pasado la A.F.A. doblegó sus esfuerzos hacia dicha disciplina incorporando a dos Instructores especializados, este nuevo proyecto generó un mayor control mejorando notoriamente la calidad arbitral del Torneo Oficial.
Para este año, y con el único fin de jerarquizar el arbitraje en el Futsal, se establecieron varias condiciones que nos insumirán mayor cantidad de tiempo, compromiso y responsabilidad como ser: pruebas físicas, actividades técnicas y teóricas, cursos de perfeccionamiento, entrenamientos específicos, etc.
Asimismo, a los Arbitros Internacionales, les han incrementado las obligaciones, debiendo realizarse controles médicos quincenales, prepararse en el idioma Inglés, mayor cantidad de pruebas físicas (en la Ciudad de La Plata), concurrencia al Gabinete Psicológico de la Dirección de Formación Arbitral, etc.
Por todo lo expuesto, y teniendo en cuenta que los aranceles abonados por la A.F.A. han quedado vetustos, solicitamos su intervención para lograr una actualización del arancel por partido y aprovechar la oportunidad para categorizar el arbitraje.

En la nota, que fue firmada por 50 árbitros (por diversas causas, sólo diez no lo hicieron), se deja en claro, además, que no existe nada en contra de los instructores –Sciancalépore y Zechillo-, sólo agradecimiento “porque la creación de su función era necesaria” y que no hay disconformidad por tener que cumplir con las pruebas de perfeccionamiento. La reacción negativa, entonces, se debe sólo a motivos económicos.
Ahora la AAA tiene la palabra. Si dicho ente acepta la inquietud y las negociaciones arriban a buen puerto, el problema quedará resuelto. Pero de no haber respuesta positiva el panorama se puede complicar realmente mucho y no habría que descartar una medida de fuerza. En ese caso, el que nuevamente sufriría el impacto, sería nuestro querido deporte.