Matías Núñez, jugador clave en la gran reacción de Parque. El Tricolor perdía 5 a 2 y terminó ganando 9 a 6.
El encuentro entre Parque y Kimberley tuvo connotaciones especiales. Por ser los dos únicos equipos que, habiendo triunfado en la primera fecha se enfrentaron en la segunda, y porque además se trata de un antiguo duelo barrial, toda la jornada (disputada en América del Sud) tuvo un gran marco de público. Y ya en el enfrentamiento principal, el lleno del estadio fue completo.
Con respecto al partido, es necesario dividirlo en dos partes completamente diferentes. En una, que transcurrió hasta los 15’ del primer tiempo, la visita fue netamente superior y lo demostró en el tablero, pues en dos oportunidades llegó a sacar tres goles de ventaja: 3-0 y 5-2. Para ello, contó con la gran tarea de varios de sus hombres, como Gándola, Basile, Buchet, Borrego y Castro.
Sin embargo, Parque comenzó a salir del pozo en la parte final del período inicial. La fuerte personalidad de su equipo (Lamborizio, Felder, Núñez, Moirano y Pérez Martín fueron los abanderados) lo condujo a tener esperanzas en un partido que parecía perdido poco tiempo atrás. Así, Moirano puso el 3-5 a los 17’ y a sólo cuatro segundos de la chicharra, Felder colocó el 4-5 que llevó al Tricolor a su punto anímico más alto en el partido (además, cuando estaban 5-3 Lamborizio –que tuvo un flojo comienzo pero luego se recuperó con creces- le atajó una sexta falta al Ruso González).
En el complemento hubo un solo equipo en la cancha, y ese fue Parque, que salió con una enorme actitud y enseguida empató, para luego pasar al frente. A los 14’, ya ganaba 7 a 5. En ese instante, Basile pasó a ocupar el arco en Kimberley, con tanta mala fortuna, que un tiro bombeado de Lamborizio se le escapó de la manos y significó el 8-5. Luego, Santiago tuvo su revancha y consiguió el descuento, pero enseguida Núñez sacó provecho de otro adelantamiento del arquero-jugador, y facturó el 9-6 definitivo.
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