Huracán celebra el empate en cuatro contra Parque, mientras los jugadores del Tricolor aún no saben que su salvación está cerca. Una hora más tarde, Barracas lo hizo posible al ganar 8-6 en Rosario.La semana pasada, Sp. Barracas derrotó a Huracán condenándolo a la Promoción. Siete días más tarde, hizo lo mismo contra Central, pero en la mismísima cancha de los Canallas. Entretanto, Parque empató con Huracán y gracias al triunfo del Sportivo, cuyo partido culminó más de una hora más tarde, consiguió zafar de todo peligro respecto del tan temido descenso.
No eran pocos los que imaginaban un cómodo éxito de Parque, habida cuenta del elenco alernativo que presentó el Globo, que preservó sus titulares para los encuentros definitorios. Sin embargo, quienes lo creyeron se llevaron una gran sorpresa, pues el local al promediar la primera etapa ya ganaba 3 a 0, con goles de Eguía, Soto y López Villalba. Es que el equipo que Juan Manuel Meles paró en la cancha, salió decidido a no dejarse llevar por delante, y no sólo logró eso, sino que además fue netamente superior a su estático rival en aquel pasaje del cotejo.
Para colmo de males, el panorama se oscureció todavía más para los visitantes, cuando a los 15’ Sergio Ghibaudi expulsó a Villarroel por exceso verbal. Pero quizás en su peor momento, los dirigidos por Gastón Maddoni comenzaron a asomar la cabeza. Fue a partir de que Pícoli logró descontar, a los 16’. Entonces, Parque cambió su actitud dubitativa por una más agresiva, gracias a la cual pasó a ser un protagonista casi exclusivo del partido. A los 18’ Pícoli estrelló una sexta falta en el palo y a los 19’, Cerdán marcó un nuevo descuento, para dejar a los suyos 3-2 abajo al término del primer tiempo.
El envión anímico que traía Parque se enfrió a los 4’ del complemento. El responsable fue Rinaldi –junto con Eguía, dos de los pibes más destacados del semillero del Globito-, quien madrugó a Lamborizio estableciendo el 4-2. Pero un minuto después Núñez le devolvió la ilusión a su gente poniendo a la visita otra vez a tiro de empate. El cuarto de hora final fue prácticamente un monólogo de Parque, que encerró a su rival y contó con algunas situaciones claras para empatar. A los 13’, el 4-4 llegaría a través de un fuerte remate de Zóccoli, pero como la igualdad no le servía para depender sólo de sí mismo, Parque siguió presionando con insistencia. El buen trabajo defensivo contrario, no obstante, le impediría desnivelar. Consecuencia de ello, el tiempo se fue escurriendo sin que el arco defendido por Germán Alvarez cayera nuevamente, en el contexto de un epílogo dramático y cargado de nerviosismo. Tras la pitada final el desencanto y la bronca se apoderaron de la delegación visitante, debido al empate y a saber que Rosario Central, su rival directo, jugaba conociendo el resultado de este encuentro (una victoria canalla, hubiera obligado a un desempate). En ese estado, se marcharon al vestuario para luego dejar el estadio. Recién una hora más tarde, con las noticias procedentes de Rosario, pudieron dar rienda suelta a su felicidad.
LA PROMOCIÓN
El próximo fin de semana Central y Huracán visitarán a Hebraica y Modelo respectivamente. Una semana después tendrán lugar las revanchas. En caso de igualdad de puntos y diferencia de gol, mantendrán la categoría los equipos de Primera.
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