«Soy hincha del Rojo, pero necesitaba tener otros objetivos»
Emiliano Loreto dejó atrás cinco años en el arco de Independiente para pasar a defender el de Villa Modelo. «Es una alegría haber firmado para este club. Su gente es muy buena, me aprecian mucho y yo a ellos», señala el arquero de la Selección, quien no duda al responder por qué se decidió a dejar una entidad de primera para anclar en el ascenso: «Necesitaba cambiar de aire, por más que soy hincha del Rojo. Pero fueron muchos años. Intenté moverme por el mercado de la A, pero no tuve suerte y caí en Modelo, donde me abrieron todas las puertas. Acá vamos a pelear el campeonato».
A principios de 2010, Loreto anunció que su incorporación a Ferro estaba cerca de concretarse. Sin embargo, se frustró: «Independiente no estaba tan interesado en darme el pase para que me fuera a otro equipo de Primera. Además, el club necesitaba dinero y Ferro no tenía para poner. Después traté de solucionarlo por otro lado, intenté por todos los medios pero no pude. Hasta que apareció Modelo, Independiente aceptó su oferta y se hizo el préstamo», explica el arquero. «No me hubiera quedado sin jugar porque esto es lo que más me gusta y no podría vivir sin el futsal. Seguramente, si no me transferían, iba a quedarme en el Rojo, pero sin las mismas ganas», explica. Sobre las razones de esa falta de incentivo, añade: «En Independiente ya había llegado a mi techo. Necesitaba tener otros objetivos. Era una sensación muy personal».
Finalizado este capítulo, es hora de abordar el tema Selección Nacional: Loreto se quedó afuera de los Juegos Odesur pero viajó al cuadrangular internacional de Tailandia. «Haber estado ahí es lo mejor que me pasó en la vida, siempre voy a estarle agradecido a quienes lo hicieron posible», afirma en forma rotunda. Claro que antes de que eso sucediera, vivió en carne propia una gran frustración: «Fue muy triste no ir a Colombia después de entrenar dos meses. Son las reglas del juego. Pero lloré mucho por no haber quedado en la lista, y no sólo una noche, sino varias. me tomo muy a pecho esas cosas. Era un sueño muy grande que tenía. Después, por suerte, se compensó con la alegría del viaje a Tailandia».
Loreto hace hincapié en aquella frustración: «Nunca había pasado por la lectura de una lista así, en vivo. Cuando iban tirando los apellidos y el mío no aparecía me quería matar. Fue un momento de tensión terrible, muy desagradable». Por último, el arquero afirma que su gran anhelo «es jugar un Mundial. Hace años que tengo esa ilusión y sé que estoy en el buen camino. Es un deseo que no puedo sacármelo de la cabeza».
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