septiembre 12, 2011

BANFIELD PERDÍA 3-0 CON RIVER, PERO LE EMPATÓ A CUATRO SEGUNDOS DEL FINAL

En un partidazo no apto para cardíacos, Banfield le empató en el Micro Estadio 110 años a River, que hasta hace una fecha atrás era el puntero e invicto, y mantiene vivas las ilusiones de salvarse del descenso y la promoción en la División de Honor. Los goles del encuentro fueron de Jonatan Soto (2) y Santiago Francini para River, mientras que Serra, Coronel y Montero, a cuatro segundos del final, le dieron el punto a Banfield.

El equipo dirigido por Diego Ortega no arrancó bien y en los primeros minutos ya perdía 2 a 0. Si bien tuvo chances de descontar, no tenía buena circulación de juego y varias distracciones costaron demasiado caro.

En el arranque del segundo período, nuevamente River pegó primero, con tres goles de ventaja y la tranquilidad de tener espacios para liquidar la historia. Pero de inmediato, el Hueso Hernán Serra descontó, para mantener una pequeña ilusión de un equipo humilde pero aguerrido.

Así fue como de a poco, el Taladro comenzó a meter dentro de su arco a River. En un partido con mucha fricción, la experiencia de Romero y De Battisti ayudó a los de arriba para manejar los hilos del partido, más el empuje de los juveniles.

De esa manera, a seis del final Banfield encontró por intermedio de Coronel un nuevo descuento, quedando una eternidad y el marcador abierto.

River tuvo un par de situaciones para definir la historia, pero los roles se habían invertido y el local lo presionó de tal manera que lo terminó ahogando.

El DT banfileño puso en cancha al arquero-jugador Lucas Pelaia para achicar los espacios y darle más juego, pero la pelota no quería entrar. Entre el palo, el arquero millonario y la mala puntería, se desperdiciaron entre tres y cuatro jugadas claras para empatar, y el partido, que ya era un hervidero, estaba demasiado tenso.

Ya se terminaba el partido, Banfield había dejado pasar la posibilidad de lograr un empate y cuando parecía que los de Núñez sumaban de a tres, apareció de la nada la cabeza del pibe Montero para empatar y desatar la euforia, a tan sólo cuatro segundos de la chicharra.

El final fue caliente, con la tensión en el ambiente por lo cambiante del partido y los roces, pero con el final, los festejos fueron todos de Banfield, aunque al mismo tiempo mesurados, ya que todavía falta bastante para asegurarse la permanencia.

Agradecimiento: Federico S. Parodi.

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