septiembre 09, 2011

LARRAÑAGA: "HAY UNA EXPECTATIVA DISTINTA"

El técnico en la concentración. En el horario de visitas, conversó animadamente con una "delegación" de Caballito Júniors, que -encabezada por su papá José-, pasó a saludar a Leandro Cuzzolino por el Torre Hotel.
A pocos días del debut con Perú, el técnico de la Selección se entregó de esta manera a la charla con La Voz del Futsal.

-Un hombre de tantas batallas como usted, ¿esta experiencia la toma como una más?
No. Porque no son lo mismo las batallas afuera que las batallas en casa. Hay una expectativa distinta. Para los jugadores es más raro todavía, porque por primera vez estarán jugando para la Selección con sus familiares y con sus novias en el estadio. Van a querer hacer las cosas mucho mejor y generalmente, cuando pasa eso, salen peor.

-¿Cómo?
-Y sí. Yo trato de ser realista. Igual siempre es preferible esta situación, y que empecemos a tener estos torneos en la Argentina. Si no, la gente nunca va a tomarse en serio esto del futsal.

-¿Qué opina de esta etapa de preparación en la cancha de Argentinos Júniors?
-Estuvieron buenos estos entrenamientos, aunque tenemos el problema de que el piso duro molesta un poco. No es igual que el piso flotante. Les duele sobre todo en los gemelos. Pero son circunstancias que ya hemos vivido. En las anteriores eliminatorias, por ejemplo, tuvimos que practicar en baldosas. Uno no tiene todo lo que quiere, sino lo que puede.

-¿Por qué decidió que el jugador desafectado fuera Stazzone?
-Porque el puesto de él, estaba bien cubierto. Teníamos las expectativas de que viniera Lucuix y así contar con tres jugadores de las mismas características. En un equipo Planas, en el otro Belsito y en el tercero, Rescia y Fafasuli, que cualquiera de los dos puede ser último hombre. La duda era entre Stazzone o González, pero al no venir Lucuix, nos decidimos por Luis, que está pasando por un buen momento. Quizás no sea exactamente para cubrir a Lucuix pero porque es un jugador importante en lo individual, contra rivales sudamericanos que por ahí no ejercen tanta presión en lo físico.

-¿Está conforme con el plantel que pudo reunir?
-Sí, por supuesto. Que hayan venido estos siete chicos de afuera más Planas y Rescia, a quienes también hay que considerarlos jugadores del exterior, es valioso. Y los que se agregaron del torneo local también tienen mucha experiencia en Selección. Si para dentro de algunos meses encima se suman Lucuix y Garcías, se puede formar un equipo importante.

-¿Se le puede ganar a Brasil?
-Nosotros le ganamos dos veces a Brasil. Y las dos veces, en finales. Uno nunca lo espera, pero a veces, sucede. No podemos dejar de pensar las desventajas que hay con respecto a ellos. Por más que tengamos chicos de Europa, los brasileros son súper-profesionales. Nacen jugando a esto y detrás poseen una estructura enorme, con un presupuesto de Selección de tres millones de dólares por año. No se puede comparar. Pero bueno, si alguna vez se dio, puede volver a suceder que Brasil se ponga un poco nervioso, falle algo más de lo normal y uno se aproveche de esa situación para ganarles.

-¿La única manera de ganarles es ésa? ¿Nunca se podrá atacar en lugar de esperarlos?
No, es imposible contra ellos. No puedo decir que les voy a jugar de igual a igual porque sería una mentira total.

-¿Cómo ve la clasificación para las semifinales?
Yo creo que tendríamos que clasificar tranquilos. Pero siempre está la experiencia de los Mundiales. Cada vez que nos tocó jugar contra equipos chicos nos costó mucho, porque los jugadores entran medio a la canchereada y después nos encontramos en una situación difícil. En Taipei enfrentamos a Cuba y en el primer tiempo salimos 0 a 0. Esas cosas nos suelen suceder a nosotros.

-En la segunda fecha se enfrentará al Chile de De Luise. ¿Qué opina al respecto?
-Sabemos que Veco es un conocedor acérrimo de esto. Si tuvo el tiempo necesario para trabajar bien con la Selección de Chile, va a plantear un juego que nos pueda complicar. Pero indudablemente, depende de nosotros.

EL VIAJE, UNA PREOCUPACION
Larrañaga estaba muy preocupado por el largo viaje que hay desde el Hotel hasta la cancha, en día laborable y hora pico. Por eso, este jueves hizo personalmente el trayecto, en el mismo horario, para "medir" el tiempo que al micro le insumiría llegar hasta Almirante Brown. "Es una hora y media de viaje, un montón. Y ni me quiero imaginar si encima nos llega a agarrar un piquete", concluyó. Entonces, hizo algunas gestiones y en parte se solucionó la situación: "Hablé con la gente del predio de AFA. Cuando nos toque jugar, vamos a salir del Hotel por la mañana. Almorzaremos en Ezeiza y el plantel dormirá la siesta allá. Después saldremos para el estadio. Desde Ezeiza hasta Almirante Brown hay nada más que 40 minutos".
Lo ideal, claro está, hubiera sido concentrar directamente en el predio de AFA. Sin embargo, el hecho de que allí se aloja la delegación Sub 20 de fútbol de campo lo impidió.

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