septiembre 04, 2012

«NUNCÁ DEJÉ DE CONFIAR EN MIS CONDICIONES»


En sus diez años de trayectoria, el Negro Gutiérrez jugó en numerosos equipos. Si bien en ninguno alcanzó continuidad, jamás perdió el entusiasmo ni la confianza.

Nunca, en sus 31 años, le habían hecho una nota. Hoy, que se ha cortado ese «privilegio», no es protagonista por brillantes actuaciones ni por goles espectaculares. Ni siquiera, por la regularidad sin estridencias en alguno de los tantos equipos por los que pasó. Si Walter Gutiérrez es merecedor de un reportaje, lo es por un encomiable amor al futsal, en función del cual no ahorra esfuerzos a la hora de continuar en la actividad a pesar de los obstáculos. La última desazón la vivió hace unos meses, cuando el Bicho Freire le dijo que no lo tendría en cuenta en 17 de Agosto. Antes, había jugado en Argentinos -de donde surgió-, Parque, UGAB, All Boys, Nueva Estrella y hasta tuvo, en sus comienzos, un fugaz intento en Italia.
En cada club, el denominador común fueron los minutos en cancha relativamente escasos. Y el sacrificio, siempre el sacrificio... Sin pedir explicaciones al DT de turno y solamente preocupándose por llegar bien al próximo partido para, al menos, estar entre los doce. Hoy, el Negro Gutiérrez ya no viste la casaca de un equipo de AFA, pero sigue derrochando sudor en Bomberos de Matanza, el equipo de la LAFA. «Ahora nos toca en otra liga, pero siempre apostando a este hermoso deporte y tratando de hacer un poco de actividad», dice, con suma humildad. Enseguida, desgrana sus pensamientos a través de las siguientes frases:
«Esta nueva etapa me cayó de sorpresa. Yo quedé libre a mitad de año y recibí el llamado de un amigo como Emanuel Garrido para ir a Bomberos. Había hecho una buena pretemporada con Campana, pero cada técnico trabaja a su manera y me tuve que ir de 17».
«No estoy bajoneado por no jugar más en AFA. También se dio que quise bajar un poco la intensidad del entrenamiento. No es que en Bomberos no me dedico a full, pero es distinto. Igual, tengo la esperanza de volver a AFA. Voy a trabajar para eso. Sé que todo depende de mí».
«Mi mejor momento lo tuve en Argentinos, mi primer equipo. Esa fue mi casa y aparte salí campeón en 2004, que es el objetivo de cualquier jugador».
«A pesar de haber jugado en tantos lados, no logré afirmarme en ninguno, debido a algunas lesiones. En All Boys me desgarré en plena pretemporada y en Nueva Estrella, me lesioné el talón de aquiles».
«Siempre se me complicó ser titular porque no era fácil entrar en un nuevo grupo. Pero tuve la suerte de tener a técnicos que valoraron mis virtudes y me utilizaron bastante. De eso no me puedo quejar. Arendí más de Beto Coronel y el Chino Díaz. Me gustaría ser técnico, pero el tiempo dirá».
«Nunca dejé de dudar en mis condiciones. ¿Mi máxima virtud? Soy un jugador aguerrido, de buen pase, con visión de juego... Antes me caracterizaba por la dinámica. Ahora, que ya estoy más grande, puedo jugar de último hombre o de ala. Tengo buen control de pelota y entiendo bien el juego equipo».

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