septiembre 21, 2015

"OJALÁ MI FAMILIA SE ADAPTE Y PUEDA RETIRARME EN LA ARGENTINA"

Pablo "Pulga" Ranieri, su  mujer Erica y sus hijos, Cristal (10) y Nicolás (2).

Se sonroja ante el pedido de entrevista formal. Es que Pablo Ranieri, es un recién llegado a la Argentina y según confiesa, tiene miedo de que las palabras de ambos idiomas se entremezclen a la hora de responder, al haber estado tanto tiempo en Italia. Sin embargo, el ex jugador de Platense, y varios equipos del calcio, logra llevar adelante el reportaje con mucha altura. Y cuenta...
"Hace dos meses que llegué y aún no estoy radicado definitivamente aquí. Mi familia es italiana y la verdad que nos está costando un poco la adaptación. Estamos viendo...  Veremos qué será mejor para el futuro de mis hijos y para todos en general. ¿Si mi señora está de acuerdo con vivir aquí? Más o menos. Es otro ritmo de vida, otra cultura, las cosas no están tan fáciles".
"En mi última temporada en Italia, en el Carre Chiuppano, fui sobre todo, entrenador. Hace un año me operé del pie y mi idea era jugar y dirigir. Pero como las cosas no fueron como pensábamos me dediqué sólo a ser DT. Aparte, hacer las dos cosas juntas es difícil, si bien sobre el cierre del campeonato no me quedó otra alternativa, al lesionarse muchos jugadores. Entonces jugué dos partidos de playoffs. Y hasta tuvimos la suerte de subir de categoría, a la serie A2".
"Yo me fui en el 99 y mi propósito original era jugar en cancha de once. Acá estaba en Defensores de Belgrano, con contrato para primera división. Igual nos fuimos con un amigo para Firenze. Pero me resultó muy difícil jugar, al no tener representante y ser muy chico físicamente. Empecé a actuar en un club de una categoría muy baja y trabajando al mismo tiempo. Poco después me probé en el Pratto y quedé. Ahí empezó mi aventura en el futsal".
"En Serie A pasé por Pratto, Arzignano, Montesilvano... Después, por una decisión de vida, decidí quedarme en el Venetto, donde vive la mamá de mi mujer, y tuve la suerte de encontrar un buen club en una Serie B que después, fue subiendo de categoría".
"La decisión de volver a Argentina tuvo que ver con varios motivos. Allá, la situación económica no es la misma de años atrás. Además, yo ya tengo 36 años y pienso en un futuro para mis hijos. En la Argentina conseguí un trabajo en Coca Coca, gracias a mi papá. Pero, como te dije, estamos probando. Y después, si todo va bien, me gustaría entrar nuevamente en el mundo del futsal".
"Acerca de ese tema, ya me han hablado de 17 de Agosto el Gallego Sánchez y Yony González, ambos ex compañeros de la Selección y rivales en Italia. También conversamos con Adrián Costantino, que me dejó entrenar con ellos, y se ha portado muy bien con nosotros. Lo que pasa es que por ahora no puedo fichar. Hay que esperar hasta 2016. Ojalá mi familia se adapte y pueda retirarme en la Argentina, que siempre ha sido mi sueño".
"Con la gente de Platense también hablé. Estaba la posibilidad de entrenar a los chicos y me hubiera gustado. Pero se complicaba por los horarios y por la familia. Al estar todo el día trabajando afuera, al volver a casa, ellos no ven la hora de estar conmigo. Así que no es sencillo. Veremos qué sucede el día de mañana".
"Lo mejor que me pasó en el calcio, aparte de este regalo que son mis hijos, fue el primer campeonato en el Pratto, ganando tanto scudetto como Copa Italia. Fue una cosa espectacular. Después, tuve la suerte de que en casi todos los clubes en los que estuve, pudimos ser campeones. Y siempre es lindo ganar, cualquiera sea la categoría. Si uno tiene pasión y le gusta lo que hace, cambia la letra, pero la alegría es la misma".
"El hecho de haber sido parte del Mundial 2004 también fue una alegría inmensa. Fue una experiencia única, lástima que no jugué por estar lesionado. Incluso viajé en 2003 a la Copa América que ganamos en Paraguay, pero tampoco ingresé por estar como jugador número 13. Y en el Mundial de China no pude hacerlo porque fui roto, luego de lesionarme en el Arzignano. Me infiltré para el primer partido pero no hubo caso. El hecho de compartir cosas con ese grupo fue hermoso, aunque la tristeza también estuvo presente".
"De mi primera etapa en futsal guardo recuerdos hermosos. En Platense aprendí lo que era este deporte. No era tan táctico como ahora, pero tenía compañeros que técnicamente eran muy buenos y el grupo era maravilloso: Ritacco, la Hormiga Erize, Mittelman, Licciardello, Freddi... Eso hacía la diferencia".

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