Y UN DÍA GANÓ CHICAGO...

No está muerto el que pelea. Y Chicago, dio muestras de ello al vencer a Lamadrid 5 a 2 como visitante, en lo que fue su primer triunfo en el campeonato (días atrás también superó a Yupanqui por Copa Argentina). 

La situación igual no es fácil para los de Mataderos, que siguen últimos en Segunda, a varios puntos del anteúltimo, pero al menos lograron sumar de a tres, algo que se les negó durante todo el torneo hasta este sábado. 

Lamadrid, que no está atravesando una buena racha y cuya posición se ha vuelto incómoda con respecto al puntaje (si bien no está en los puestos de descenso), arrancó en ganancia, merced a un buen tanto del oportunista Parola. Los Carcerlos hicieron bien las cosas en gran parte del período inicial, ya que no estuvieron lejos de aumentar frente a un opaco rival.
Pero de a poco Chicago fue saliendo de su encierro y el local, complicándose, siendo también los árbitros el blanco de su enojo debido a infracciones que la dupla sancionó y que Lamadrid objetó. Y la reacción de la visita se cristalizó en el marcador: a menos de dos minutos de la chicharra, llegó el empate, y sólo 12 segundos antes del cierre, el 2-1, mediante tantos de Broglio en contra y Block.

En el ST, como si Lamadrid hubiera acusado el impacto de los dos goles seguidos, Chcago pasó a ser el que ejerció el control del partido. Para ello, ya desde la etapa inicial, contó con la buena tarea de un "repatriado": García Olalla, reaparecido tras rescindir su préstamo con San Lorenzo, equipo en el que prácticamente no había jugado en 2015. La tarea del "Tanque" como pivot, le dio buenos dividendos a los dirigidos por Cialdella, que además se nutrieron de Block para seguir aumentando la brecha en el resultado. Dos nuevas conquistas de su máximo goleador y otra de Reinoso, elevaron la cuenta a un 5-1 (después del cuarto, Lamadrid colocó arquero-jugador) irremontable para su rival, que no obstante, cerca del epílogo obtuvo el descuento por parte, nuevamente, de Parola. 

SALDOS Y RETAZOS

En la "boletería" no estaba la señora que habitualmente vende entradas en Lamadrid, ni tampoco el histórtico dirigente Edgardo "Pichi" Tancredi. Sin embargo, un delegado que también suele colaborar en las inferiores, los reemplazó con eficiencia, y pese a la falta de costumbre, hasta tuvo "cancha" para vender nuestra revista. ¡La Voz del Futsal no puede faltar en ninguna mesa!  

Un Gabriel Tancredi con unos cuantos kilos menos, ha vuelto a dirigir. Luego de un par de meses donde Fernando Trasancos primero, y la dupla Baratucci-Olivastro después, ejercieron su reemplazo, el DT de Lamadrid se reintegró a su función habitual (lo hizo la semana pasada, en el 5-0 contra Estrella). "No estoy más flaco, lo que estoy es menos gordo", bromeó, y confesó que tuvo unas vacaciones "reparadoras" que por un tiempo lo alejaron del stress y gracias a las cuales recuperó las ganas de volver a sentarse en el banco.

Gente de Chicago. Facundo Salmón y Ariel Porta -los encargados de la actividad en el club de Mataderos- rodean al sonriente señor Block (padre), cuyo hijo fue autor de tres tantos y continúa siendo el máximo anotador del equipo. Un poco de alegría, luego de tantos traspiés, también trajo una cuota extra de esperanza para el sufrido público verdinegro.  

Un solitario Leandro Baratucci se dispuso a observar el partido en la tribuna cabecera, lejos de los bancos. El Flaco dirigió algunos encuentros a Lamadrid en dupla técnica con Víctor Olivastro, pero contra Ferro, hace un par de semanas, lo expulsaron y aún está pagando la suspensión. Después de ese encuentro, se produjo el regreso de Gabriel Tancredi a la conducción del elenco carcelero. 

17 de Agosto, la entidad anfitriona, lució algunas modificaciones en su estadio. Por empezar, las paredes están ahora recubiertas del acolchado exigido por la AFA para todos los clubes. Además, la pequeña escalera que servía para subir a la tribuna cabecera ya no está. En cambio, hay una boca de acceso mucho más cómoda, a la que se llega por el lateral contrario. Los asistentes, valoraron los cambios.

Al promediar el primer tiempo, plantel y público de Chicago -que perdía 1 a 0-, se fastidiaron con algunos fallos. En consecuencia, el árbitro se vio obligado a llamar a los directivos verdinegros para apaciguaran el nerviosismo que provenía del sector visitante. La medida resultó efectiva, pues la gente se calmó, aunque el hecho de que su equipo diera vuelta el marcador, contribuyó, sin dudas, en gran medida.