Hoy: Julián Freire.
El futbolista de la izquierda es Pablo Pastor, reconocido miembro de varios planteles, comenzando por Libertad y pasando por Arsenal, Villa Argentina y El Porvenir, entre otros. Evidentemente, no es el protagonista de esta nota. El jugador que está a su lado, Freire de apellido, no tiene nada que ver ni con el Bicho Guillermo (DT de La Ñata) ni con Ezequiel, arquero de dilatada trayectoria en Estrella de Maldonado.
Lo de Julián Freire fue muy fugaz. Apenas si alcanzó a actuar un par de partidos en la primera de Libertad, en 2008, cuando el club de Don Bosco hacía "capote" en los torneos de Segunda División, pero era marginado por la Comisión de Futsal, en una medida aún discutida. "Razones disciplinarias" argumentaron en la AFA por aquel momento, para eliminar a Libertad junto a Paraná de Zárate....
Pero no ese ese el objetivo de esta nota sino la de evocar la efímera aparición de un Freire menos conocido en el ambiente futsalero. La Voz del Futsal logró contactarse con Julián, que resumió así su trayectoria: "Estuve en Independiente, hice octava, séptima y sexta división. Me fui a Libertad para jugar en quinta, cuarta, tercera y actué dos partidos en primera. Esa foto que tienen ustedes es de uno de esos dos partidos, en cancha de Glorias. Mi último partido fue para El Porvenir, jugué en tercera contra Lamadrid en Nueva Estrella".
Muchos años después, el ex Libertad trabaja "en una empresa en Avellaneda y deportivamente nada, sólo jugar con amigos y ver futsal de Independiente", le comentó a nuestro medio.
Al consultarlo por los motivos de su retiro explicó: "Fue por una pubalgia; me recuperé pero nunca más quise jugar a un nivel de primera división".
En La Voz del Futsal no sólo aparecen las figuras consagradas o las de renombre internacional, simplemente porque los jugadores que vieron como su sueño se terminaba antes de jugar un Mundial, son muchísimo más numerosos. Historias como las de Freire, se cuentan de a miles. Pero de seguro, por más que lo parezcan, ninguna es igual a otra. Eso, es lo que convierte en héroes a estos anónimos soñadores del futsal.
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