Al igual que Barracas Central, Alvear alista los motores para ser uno de los reprsentantes local en el NAcional que se disputará en Rosario la semana que viene. A propósito del sueño que viven los del Parque Avellaneda, su presidente, Raúl Seguí, le dijo a La Voz del Futsal:
-Luego de la gran campaña del año pasado, estamos listos para jugar este Nacional. Las expectaticas son lindas, máxime teniendo en cuenta son todos jugadores del club los que nos representan, el único refuerzo es Javier Corvatta, que también nació en Alvear y aprovecha sus vacaciones en la Argentina para entrenarse con nosotros.
-¿Van con el objetivo de ser campeones?
-No, no. Hay que sincerarse. Este viaje es un premio por lo hecho el año pasado. Esperemos que en Rosario pasen unos días muy buenos y puedan disfrutar del torneo.
-¿Cómo lo ves a Alvear luego de subir de divisional?
-Pagando el derecho de piso. Hay que acostumbrarse a la Segunda División.
-O sea que la meta es la de mantener la categoría...
-No. Aspiramos a ascender. Lo que pasa es que si no lo logramos, no será un fracaso. En el fútbol uno siempre tiene que ambicionar lo máximo y después, ver hasta dónde se llega.
-¿Debieron incrementar el presupuesto?
-No... acá ningún jugador cobra viáticos ni nada. Simplemente, lo hacen algunos muchachos que aparte dirigen inferiores.
-¿Cómo está el club a nivel general?
-El club está bien, aunque ahora, sufriendo este sofocón con motivo del aumento en los servicios. En realidad estamos como todos los clubes de barrio. En Alvear hicimos la cuenta y el incremento de la luz equivale a la cuota de 200 socios. Es decir que tendríamos que asociar a 200 personas solo para cubrir ese aumento.
-¿Es imperiosa la tarifa social?
-No solo la tarifa social, sino que además, sería muy positivo un subsidio para instalar los focos de led, como se viene reclamando. Así se ahorraría un montón de energía. Por los comentarios que uno tiene, entiendo que todo eso se daría a corto plazo. Ojalá sea así porque los clubes no creo que puedan soportar más de tres o cuatro meses con estos costos.
-¿Cómo marchan las obras del nuevo gimnasio?
-Si bien estos últimos meses da la impresión de que estuvieron paradas, nos dedicamos a acopiar materiales y a avanzar en la parte eléctrica y de revestimientos. La idea es terminar antes de fin de año.
-¿Con qué se va a encontrar la gente que lo visite cuando esté todo terminado?
-Con un gimnasio con medidas profesionales de futsal y tribunas para 800 personas sentadas. Cuatro vestuarios y otro más para los árbitros. Además, un restaurante-parrilla con acceso por Directorio. Para nosotros es la obra más importante para la institución desde su fundación.
-¿Cuál es el costo de todo eso?
-Arriba de los tres millones de pesos. Hubo apoyo del Estado Nacional y del Gobierno de la Ciudad, por intermedio de la Secretaría de Deportes, que de a poco, nos fueron ayudando con algunos subsidios que fueron todos volcados a la obra.
-¿La cancha grande descubierta no se toca?
-No. Seguimos jugando la Liga Metropolitana de cancha de once. Tuvimos muchas ofertas para privatizarla y construir canchas de fútbol 7 sintético. Pero mientras podamos, queremos resguardar nuestra identidad.
-¿Cuánto hace que sos presidente?
-Desde 1990, aunque hubo perídos en el medio, donde dejé de serlo. Lo más importante es que hoy en la Comisión ya hay cuatro chicos que se iniciaron en el club jugando al baby cuando aproximadamente tenían seis años. Ahora andan por los 30 o 35, y ya son directivos. El futuro son ellos. Y encima dos o tres más, están esperando para hacer lo mismo.
-¿Quiénes son?
-Lisandro Olivelli, Diego Cabrera, Emiliano Conti y mi hijo. Y en la cola están Tomás Fernández Petrini, Diego Yuyumet y chicos como el Chicho Mouras que también está interesado en pertenecer. El lugar debe ser para ellos.
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