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Pinocho venció a River, quitándole el invicto y la punta, que ahora pertenece exclusivamente a Boca, mientras los de Villa Urquiza -una unidad más atrás- comparten el segundo puesto justamente con el equipo al cual vencieron como visitante en San Fernando.
Pinocho se sobrepuso a una temprana desventaja, pues apenas iban 25 segundos cuando D’Alessandro derrotó a Elías. Desde el 1-0 y por algunos minutos, la "Banda" hizo un muy buen partido, aunque sin poder plasmarlo en la red más allá de la mínima diferencia. Sin perder nunca la calma, no obstante, los dirigidos por Gazzo también ejercieron presión y llegaron al empate a los 9’, gracias a un gran remate cruzado de Fafasuli. Y fue el mismo jugador quien a los 14’, capitalizando una salida en falso de Padula, definió muy bien en el mano a mano con Quevedo.
En el inicio del complemento Pinocho terminó por liquidarlo. Al minuto, otra vez Fafasuli recibió un pase de Calo en el segundo palo y señaló el 3-1. A los 3’, fue Riente el que festejó, merced a un remate desde ángulo cerrado que significó el 4-1.
Para River fueron un mazazo difícil de asimilar esos dos goles tan seguidos, pero su juvenil equipo fue recuperándose con el correr de los minutos. Con mucho amor propio fue para adelante y no hubiera sido injusto que lograra el descuento, aunque la enorme solvencia de Elías (y en alguna ocasión, el palo) lo impidió. Y sería Pinocho el que llegaría antes al gol, cuando a los 12’ Baloira -de nuevo en el segundo palo- marcó el 5-1 tras una buena asistencia de Calo.
A pesar del golpe de gracia que acababa de recibir, el equipo de Ruscica siguió buscando su tanto. Y faltando dos minutos tuvo su premio en los pies de Olivelli, que conquistó el mejor gol de la noche: cerca de mitad de cancha, comenzó a apilar rivales de izquierda a derecha y definió con clase ante Elías. A River, claro está, no le alcanzó. El oficio y la categoría de Pinocho, lo habían convertido en un merecido ganador.
SALDOS Y RETAZOS
* Minutos antes del comienzo, el médico del partido sacó un «taper» y se dispuso, muy tranquilamente, a saborear su cena en la misma mesa en que los jugadores firmaban la planilla. El simpático hecho provocó el casi obligatorio «buen provecho» de quien pasaban por el lugar. Más que la ensalada en sí, lo que más llamó la atención fue el tremendo olor a ajo, que se olfateaba a varios metros de distancia. ¡Grande doc!
* Martín Persec reapareció en River luego de su frustrado pase a España. El goleador, que todavía no está en su plenitud física tras la lesión en una rodilla, mostró parte de su peligrosidad habitual en los últimos metros, aunque se lo notó con una lógica falta de ritmo como consecuencia de la larga inactividad.
* Los dos únicos técnicos de primera presentes en el importante cotejo fueron Guido Catelani (Almafuerte) y Guillermo Campos (Urquiza). En el caso de este último, no paró de recibir saludos después de su comentada internación. El «ex gordo» (ya que bajó mucho de peso) agradeció emocionado y como había llegado muy temprano se durmió una «siestita» sentado en su silla, en el partido de tercera.
* Elio Giupponi no fue parte de los 12 de Pinocho, dado que en la semana revistió una estado gripal. A pesar de eso estuvo en la cancha con su familia (según nuestra humilde opinión, muy desabrigado luego de haber estado enfermo). Otro que iba a integrar la primera pero no pudo hacerlo es el Pochi Grimaldi, quien en la tercera sufrió una lesión cuyo diagnóstico se conocerá esta semana.
* Dardo Viñas y sus asistente Mariano Romo llegaron ¡una hora antes de la tercera! Con cinta aisladora, se pusieron a marcar el «corralito» en los bancos de suplentes. Después, tuvieron una buena actuación en ambos partidos y al retirarse, al internacional le llegaron los infaltables pedidos de tarjetas de parte de algunos niños que lo acompañaron hasta su auto. «Te las las debo, ya las dí todas», se excusó el juez, quien por la tarde también había «dirigido» Huracán-Arsenal, por Fox Sports.
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