La Selección de Brasil aceptó una invitación del Daniel Scioli y en la mañana de ayer, viajó hacia su quinta de Benavídez para jugar el desafío propuesto por el Gobernador. Pero, para sorpresa de todos los presentes en Villa La Ñata -inclusive el propio Scioli-, no fueron de la partida los futbolistas campeones de América sino el cuerpo técnico y los auxiliares, con un par de refuerzos como el coordinador argentino Roberto Sánchez Denis y Gastón Catelani, jugador de Almafuerte. Los dirigentes brasileños dieron como argumento, que dado el carácter profesional del plantel, no les era posible medirse en encuentros amistosos fuera de sus obligaciones. Sólo el tercer arquero Guitta se dio el gusto de actuar unos minutos como hombre de campo. El resto, lo vio desde la tribuna. En cuanto a Falcao, ya se había marchado el día anterior, yéndose directamente desde el estadio hacia Ezeiza.
En la noche del sábado, el plantel había festejado su título cenando en Siga La Vaca, de Puerto Madero. Después, fueron a bailar a un boliche de Palermo, donde por gestión del Tucu Sánchez, les habilitaron el sector Vip.
Por ende, sólo con algunas horas de sueño, partieron hacia Benavídez. ¿El partido? Lo ganó ampliamente el equipo "naranja", que en el primer tiempo ya se imponía por nueve goles de ventaja. El Gobernador, observando la gran diferencia entre los equipos, propuso que el segundo tiempo durara sólo 15 minutos, en lugar de los 40 habituales. Finalmente, Villa La Ñata goleó 18 a 4. De inmediato, se hicieron regalos mutuos y la delegación campeona fue invitada a comer a la residencia de Scioli, ubicada frente a la cancha. A las cinco de la tarde volvieron al Hotel Continental y este lunes, muy temprano, dejaron sus habitaciones para marcharse hacia Ezeiza.
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