El jugador del Manacor fue extraditado y volvió a Argentina.
Santiago Basile está de vuelta en Buenos Aires. La noticia es llamativa, pues se había marchado el lunes a España, luego de jugar la Copa América. ¿Qué ocurrió? Apenas pisó junto a Martín Amas el aeropuerto de Barajas, le impidieron continuar el viaje hacia Palma de Mallorca -su lugar de residencia- y al día siguiente era deportado a la Argentina. En el medio, pasaron casi 24 horas «de terror», según la opinión del Coco.
«Cuando llegamos a Madrid nos hicieron pasar a una oficina donde nos revisaron los papeles. Los de Zurdo estaban bien, pero en los míos se encontraron con que tenía la residencia provisoria», le contó Basile a La Voz del Futsal.
«Yo no entendía nada. Si un par de semanas atrás había ido con el equipo a Brasil a hacer la pretemporada, nunca hubo ningún inconveniente». Las cosas se pusieron feas cuando le dijeron que se tendría que quedar en el aeropuerto hasta que no se aclarara su situación. «Pensé que me iban a retener un par de horas, pero el tema se empezó a complicar. Ya era de noche y me dijeron que tendría que dormir ahí», relató el ex Kimberley. «Me pusieron en un lugar donde había unas habitaciones con unas camas. Compartí la pieza con un chileno y un boliviano. Además había otras habitaciones con gente que estaba en una situación parecida a la mía. Entraban y salían personas todo el tiempo».
Según Basile, «el trato no era el mejor. Los que estaban a cargo de la vigilancia te mandoneaban y si alguno de nosotros intentaba discutir, respondían de mala manera. No estuve incomunicado. Vendían tarjetas de teléfono por cinco euros, aunque esa noche no la usé porque no quería que mi familia estuviera se preocupara. Recién a la mañana llamé a mi vieja, que se puso bastante nerviosa».
Al día siguiente, la pesadilla de Basile comenzó a disiparse: «Vinieron los del consulado y me ayudaron bastante. Pero igual era tarde porque ya me habían deportadoy ese mismo día me metieron en un vuelo a Ezeiza». La demostración de que el jugador tenía contrato de trabajo con el Fisiomedia Manacor de poco sirvió: para las leyes españolas, no se puede entrar a ese país con un permiso de residencia provisoria. «Entonces, ¿por qué cuándo volvimos de Brasil no tuve problemas?» se preguntó Basile, señalando la evidente contradicción. «Me escracharon poniéndome una letra C en el pasaporte que no sé que significa. Creo que ese pasaporte voy a tener que cambiarlo», deslizó el hombre de la Selección, visiblemente apenado y con la incertidumbre de no saber que sucederá en el corto plazo.
La pesadilla no terminó ahí: hasta hace unas horas, Santiago no había recuperado su equipaje. «Al llegar a Ezeiza mis valijas no estaban. Me aseguraron que iban a aparecer. Espero que así sea... Por lo menos, la mochila con mis cosas y la computadora que me habían sacado cuando me detuvieron en el aeropuerto, sí me las devolvieron».
En tanto, el futuro de Basile es una nebulosa. El jugador, comprensiblemente, prefiere no emitir opiniones en forma pública, con respecto a la situación que lo une al club. Aunque si hay algo confirmado, es que debido a las dificultades surgidas con su pasaporte, por el momento no regresará a España. «La verdad que no sé que va a pasar conmigo», sostiene. Tal vez, en los próximos días, haya novedades.
SU OPINIÓN SOBRE LA SELECCIÓN
"La actuación fue positiva. Les ganamos a todos, menos a Brasil, con el que además se hizo un gran partido en el 2 a 2 de la primera fase. Quedamos como el segundo equipo mejor del continente detrás de ellos, que hace muchos años que son súper-profesionales", opinó señaló el Coco.
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