abril 30, 2012

PINOCHO, SAN LORENZO Y UN EMPATE ELECTRIZANTE

 Pinocho y San Lorenzo empataron 3-3, en un partido que marcó el debut del elenco de Urquiza en el torneo, amén de la ausencia de varios jugadores por diferentes motivos (los hermanos Corazza, Usinger, Riente y Fafasuli). El local, empató a 35 segundos de la chicharra, mediante un celebrado gol de Martínez Riveras.  Fue muy festejado el 3-3, porque Pinocho estuvo siempre en desventaja, llegando a caer 0-2 a los 15' del ST.
 San Lorenzo hizo un buen trabajo, agrupándose y cerrando los caminos hacia su valla. En el primer tiempo -donde no se abrió el marcador- Pinocho tuvo las mejores chances ante el arco de Gramuglia, pero el Mono respondió con solvencia, comenzando a erigirse en una figura que, en el complemento, sería muy difícil de vulnerar para el equipo rival.
 Asimismo, el Ciclón esperó de modo paciente su oportunidad de golpear ofensivamente. Y lo hizo con criterio, ya que al minuto del ST (con gol de Bolo) y a los 6' del mismo período (con otro de Arrieta) se encontró en una ganancia de 2-0, habiendo llegado menos asiduamente que el local.
Con semejante desventaja, los de Villa Urquiza se la jugaron el todo por el todo. Comprobando que se les complicaba mucho superar el cerco defensivo, a partir de los 13' colocaron a Alan Calo como arquero-jugador (Elías se había lesionado en el final del PT) y acorralaron a San Lorenzo más que nunca.
 Hasta que la presión dio sus frutos. A los 15' MArtínez Riveras capturó una asistencia de Cigliano y en el palo opuesto venció a Gramuglia. A los 17', el empate llegaría por la primera y única sexta falta del partido. La ejecutó Cigliano, señalando el 2-2. En los 2 minutos restantes Pinocho bregó en busca del desnivel, frente a un adversario que acusó el impacto y también quiso ganarlo. Por eso, el final fue infartante.
 A un minuto y medio de la chicharra, Pinocho cometió una falla garrafal sobre el lateral derecho de su defensa y un Arrieta muy despierto, recuperó el balón para señalar el 3-2.
Pero no estaba todo dicho. Efectivamente, a falta de 35 segundos, y luego de que un incidente interrumpiera el trámite (ver Saldos...) Martínez Riveras nuevamente sometió a Gramuglia con un fuerte disparo frontal, inatajable para el Mono.
Y con ese electrizante empate, se bajó el telón de un espectáculo genial.

SALDOS Y RETAZOS
Tres ex Juvencia en San Lorenzo. De izquierda a derecha: Bolo Alemany, Mauricio Rodríguez y su hermano Ignacio, que si bien integró el plantel, no ingresó en ningún momento. Por su parte, Mauricio tuvo muchos minutos en cancha, aportando su habitual despliegue, y Bolo marcó el primer gol del partido, con un gran remate cruzado desde la derecha.
Faltaban 54 segundos y Pinocho pugnaba por empatar, cuando en el corner se produjo un arremolinamiento entre jugadores de ambos equipos y allegados al Ciclón, que ocupaban esa tribuna. Si bien eran más lo que separaban que los que intentaban pelearse, del borbollón se vio salir a Mariano Quintairos con sangre en su nariz. La dupla arbitral, sin tomar ninguna determinación drástica, esperó que los ánimos se calmaran y reaunudó el partido, que estuvo interrumpido cerca de 5 minutos.
Alan Calo tuvo la gran responsabilidad de calzarse la pechera y convertirse en arquero-jugador desde los 13' del ST. Su empuje fue muy valioso en la reacción de los de Villa Urquiza, que remontaron un 0-2 en contra. Aunque también, cuando su equipo soñaba con pasar al frente, una equivocación posibilitó que Arrieta le quitara la pelota y marcara el 3-2 para la visita.
Final de un partido caliente. Quintairos acusa a la dupla arbitral por no haber expulsado a Chianelli, de quien decía haber recibido un golpe en el tumulto mencionado. Varios allegados al Ciclón también hicieron airados reclamos, malhumorados porque tras aquel incidente llegó el empate de Pinocho. Afortunadamente, la calma no tardó en volver.
Cinco años atrás, Juan Massola dirigía las inferiores de Sportivo Barracas, donde en quinta división había un chico de enorme futuro. "Acordate de este pibe, un día va a ser un crack", vaticinó refiriéndose a un entonces desconocido Oscar Arrieta. Anoche, el Chuky le dio de beber a Massola un trago de su propia medicina, ya que el destino deparó que tuvieran que enfrentarse, y el flamante refuerzo de San Lorenzo, le metió dos goles al equipo de su ex entrenador.
Ojeda, arquero de Argentinos de cancha grande, estuvo en la cancha luego del empate con Rafaela. El motivo, tiene que ver con su amistad con Bruno Calabria, futbolista del futsal azulgrana. Posteriormente al encuentro, y antes de irse a cenar, posaron juntos.
Los arqueros no gozaron de su noche más feliz. Santiago Elías debió dejar la cancha en el primer tiempo, víctima de una contractura que, según dijo el doctor Llermanos, no reviste gravedad, aunque sí la suficiente como para tener que aplicarse hielo (ver su pierna derecha) y no poder jugar más. Juan Martín Gramuglia en tanto, era una de las grandes figuras del partido, hasta que faltando poco un terrible pelotazo de Cigliano impactó en su rostro, dejándolo nocaut por unos minutos. Como San Lorenzo no contaba con arquero sustituto el Mono volvió al arco, aunque mostrando aún evidentes signos de dolor.

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