Nuestro entrevistado del viernes nunca jugó en la Selección. Tampoco lo hizo en el exterior. Por diversas causas, no logró tener continuidad en una de las entidades grandes del torneo local. Ni siquiera fue titular indiscutido, tomando como parámetro la mayor parte de su carrera. Entonces, ¿qué mérito hizo para que le dedicáramos una hora completa en "Futsal: Ayer, Hoy y Siempre"?
Fernando Servín Torres podría ser un jugador más. Uno del montón. Como tantos otros miles de futbolistas. Peor no lo es. Por el simple hecho de que por ser un canto al esfuerzo, en él elegimos simbolizar a la inmensa legión de colegas sin cuyo aporte, el futsal no podría ser lo que es.
Su apellido nunca figuró en los grandes titulares. Pero su sacrificio, acaso haya sido más loable que las condiciones de los jugadores más dotados. Su entusiasmo, más meritorio que la habilidad de los más talentosos. Su amor por el futsal, más admirable que las virtudes innatas de los súper-carismáticos.
La suya, es una historia común. Pero a su vez, única. Surgido de las inferiores de Argentinos, un día se peleó con su técnico y debió emigrar. Pasó a River, pero tapado por figuras de más renombre, casi no actuó en el primer equipo. A los 20 años, su novia quedó embarazada y debió priorizar el trabajo para parar la olla. En Glorias, halló buenas perspectivas. No obstante, un conflicto interno impidió que culminara el torneo en Tigre.
Y otra vez a Argentinos, club del que además, es hincha. Sin embargo... más problemas. Entremezclado con la efímera alegría de una gran campaña, una grave enfermedad en el seno familiar impide que la dedicación al deporte fluya de la manera deseada. Y en el medio, el laburo y demás preocupaciones cotidianas, también se convierten en crueles conspiradores.
Pero al futsal no se lo abandona así nomás. En el intento de bajar tanta presión, el préstamo a Estrella de Maldonado es visto como una salida. Allí juega unos meses, hasta que una inoportuna lesión lo margina. Debería operarse, si bien el hecho de tener que priorizar su trabajo de fletero, posterga la intervención quirúrgica quién sabe por cuánto tiempo. Y así, retirado a los 30 años, está Fernando Servín Torres hoy. Anotado en el torneo de Veteranos, él asegura que es sólo momentáneo su retiro oficial. Y que el sueño de volver para jugar al menos un campeonato más junto al Goma Ranieri, no se lo quita nadie.
Mientras tanto, habló con "Futsal: Ayer, Hoy y Siempre" para contarnos su historia con lujo de detalles. Una historia como la de tantos. Pero, a su vez, única e irrepetible.
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