agosto 01, 2012

WILHELM Y...


El futbolista argentino, que  continúa actuando en un alto nivel competitivo en el calcio, tocó todos los temas. «No formaré parte de la Selección hasta que no haya un cambio», afirmó entre otras cosas.

De vacaciones en Buenos Aires, el jugador de la Marca de Italia habló de todo. Lo localizamos en el Campus de Matías Lucuix y lo «exprimimos» hasta ponernos al día con todos los temas del excelente momento profesional que está aravesando.
EL CAMPUS DE LUCUIX. «Fue una idea bárbara para promocionar el deporte, para mostrarle a los chicos argentinos lo que es la super-profesionalidad del futsal en Europa... Lo de Mati es un ejemplo que demuestra que con talento, pero también con mucho esfuerzo y sacrificio, se puede llegar a lo más alto».
EL DESCANSO. «Estoy de vacaciones, pasándola bien con la familia y los amigos. Disfruto mucho de Buenos Aires y de todo lo que durante diez meses, no tengo. En pocas palabras, descargando y descansando la cabeza... Fui  a la cancha, aunque menos que otras veces. Vi a Glorias y a Pinocho, que son los clubes por lo que siempre hago fuerza».
GLORIAS. «Ahí me chicanean con esto de fichar para ellos durante el receso. Pero es en tono debroma, aunque es cierto que sí fui a entrenar al club. La pasamos bárbaro. Tienen un grupo hermoso. De Coco (Mareco) no llegué a ser compañero porque cuando estaba yo, él todavía no jugaba. Pero lo conozco hace mucho, desde chiquito estuvo ligado a Glorias».
PINOCHO. «Me parece que el bajón que sufrió es algo normal. Todo el mundo lo estaba esperando y hasta ellos mismos sabían que podía pasar. Lo que ocurre es que lo esperaban para después del segundo o del tercer torneo, y ellos ganaron doce en total. En ese sentido tienen que estar tranquilos y pensar que se dieron varios factores para que no hayan peleado el campeonato. Uno, es que ahora Boca es un club que invierte, que apuesta y que quiere ganar.  Si queremos que esto crezca está bárbaro que si no sale campeón Pinocho, lo haga el que más invierte en la disciplina.  Si otro equipo quiere ganar, tendrá que hacer lo mismo».
RIVER. «De los clubes por donde pasé, River es el que menos sentimiento me genera, porque de los chicos que jugaban conmigo, no hay ni siquiera uno que continúe ligado al club. Sí me quedaron grandes amigos de esa época, como Pepo (Baiza), los Caviglia, Javi Le Pera, Jony Sanzi, Mati Lucuix, Pucheta, Coco Britos, Leo Magarelli. Si empiezo a dar nombres no paro más. Pero como ya no están, que River hoy gane o pierda, es un detalle. No es que quiero que pierda, pero tampco me cambia la vida».
EL CALCIO. «Al cumplirse otra temporada, creo que estoy atravesando  un buen momento personal. En Italia, hay una clásula mediante la cual el extranjero queda libre al final de cada temporada. Esta vez volví a firmar con la Marca por otro año; es un equipo que siempre quiere ganar todo lo que juega y se arma para eso».
EL REGRESO. «No sé cuánto tiempo más estaré en Italia. Vamos a ver cómo responde el físco y como sigue el tema familiar. Es decir, hasta dónde es posible estar lejos de todo para hacer lo que a mí me gusta hacer. Pero no puedo afirmar si me quedaré tres años o cinco. Hoy, estoy en un nivel competitivo y alto para jugar en cualquier competencia. Después, el tiempo dirá».
SUS ENTRENADORES. «A lo largo de mi carrera tuve muchos técnicos, pero es difícil elegir al mejor. Por ejemplo, no podría comparar un técnico del futsal argentino con otro de Italia, que vive sólo de esto. En este país un entrenador llega al gimnasio después de ocho horas de trabajar en otra cosa para mantener a la familia. Sí puedo decir que me dirigieron técnicos buenos, malos y pésimos. No hago nombres, aunque mi técnico de hoy está entre los mejores. Después, Facundo (Ruscica) demostró que puede trabajar afuera y vivir de esto, lo mismo que Fabián (López)».
«Más que de los técnicos, los recuerdos más lindos me las llevo de las personas. En ese sentido, no puedo olvidarme de Guillermos Campos, que es el que me puso en la primera de Glorias. Cada vez que me lo cruzo me abraza como si fuera el hijo, y empezamos a recordar las cosas que hacíamos con la banda de locos que había ahí. El se tienta tanto que no aguanta de la risa y se tiene que ir.  Revivir eso después de doce años es hermoso».
LA SELECCIÓN. «A pesar de mi renuncia, yo sigo diciendo que soy jugador de Argentina y que me encantaría jugar. A lo que yo renuncié es a este momento de la Selección. Lo que pasa es que lamentablemente, es un momento que dura 25 o 30 años. No se vio en ningún país que la cosa sea así. No es un capítulo cerrado, pero yo busco un cambio y hasta que ese cambio no se produzca, no formaré parte. No trato de organizar nada en contra ni me interesa que otros jugadores hagan lo que hice yo, que obré así porque trato de ser fiel a mis principios. Nunca traté de arrastrar a nadie hacia mi decisión. Lo compartí con quien me lo preguntó y punto».

No hay comentarios: