diciembre 05, 2012

«Jugar seis meses en Atlanta ayudó a que me despejara la cabeza»


Matías Usinger tuvo un paso por Segunda División y deberá regresar a Pinocho en 2013

Matías Usinger tuvo un semestre atípico en su carrera, pues por primera vez utilizó una casaca que no fue la de Pinocho, equipo donde nació y se forjó como futbolista. Atlanta, el equipo en el cual recaló a préstamo, hizo todo lo posible por clasificar para los playoffs de Segunda, pero esa chance quedó descartada a una semana del final del campeonato. En  diálogo con La Voz del Futsal, Usinger contó sus sensaciones:
«En la última fecha con Lamadrid se jugó muy mal. Por lo menos, para mí no había ninguna motivación. La verdad que después de haber quedado afuera de los playoffs, estaba con muy pocas ganas de jugar. Pero bueno, no es excusa. Se jugó muy mal, no hicimos los goles que teníamos que hacer, y por suerte, aunque sea empatamos».
«Más allá del último partido, creo que tuvimos altibajos. Terminamos a pocos puntos de la clasificación. Ese era el objetivo y no se dio. Pusimos lo mejor de nosotros, pero yo me voy con un poco de broca».
«Nos perjudicó que el plantel se fuera acortando con el correr de los partidos. Jumpi Cabral se lesionó justo contra Country; después estuvo afuera Lucas Cotella: ojo, no lo pongo como un pretexto, porque nosotros también fallamos dentro de la cancha en algunos partidos».
«Al margen de lo deportivo, para mí esta experiencia resultó más que positiva. Conocí otra gente, jugué en la B... Acá se ven cosas distintas. Esto me hizo crecer mucho. A Pinocho también lo extrañé, pero en Atlanta jugué muchos más minutos».
«No siento que me haya sobrado chapa para jugar en la B. Lo que sí pienso, es que traté de transmitir mi experiencia, ayudando a mis compañeros. Pero no, no creo que me haya sobrado nada».
«En Pinocho por ahí trataba de imitar a mis compañeros. Acá me solté mucho más. Aparte es otro ritmo de juego. Si jugás más parado, no pasa nada. En la A, a los cinco minutos tenés que pedir el cambio porque estás totalmente ahogado, mientras que en esta categoría pude jugar tranquilamente todo el partido».
«En este mes que queda para terminar el año, aprovecharé para descansar y arrancar el 2013 con la mejor de las ganas. TAmbién iré a ver a Pinocho, deseándole lo mejor en esta lucha que tiene por el campeonato. Esa es mi casa y vuelvo porque se termina el préstamo. Mi idea es la de quedarme en el club, ya que estos seis meses me alcanzaron para despejarme un poco la cabeza».
«Todos me preguntaban si tuve algún problema con el técnico (Juan Hermida), pero nada que ver. Decidí cambiar de aire porque por algunos problemas personales, necesitaba despejarme un poco la mente. Por decir una palabra, era un gran sacrificio, y el hecho de venir a un club de la Segunda, que entrenaba tres veces por semana, me pareció una buena posibilidad. En cambioo en Pinocho, si no estás al cien por ciento, no podés jugar. Perdés con cualquiera».

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