La fiesta estaba preparada para Kimberley. De hecho, previamente al encuentro celebró alborozadamente junto a su público el merecido Apertura logrado días atrás. Sin embargo, La Ñata consiguió vencerlo por 7 a 6, culminando de la mejor manera un campeonato que esta vez, no lo tuvo en los puestos de arriba.
El partido fue excelente, considerando que la gente se regodeó con un juego abierto y vaivenes de todo tipo en el marcador. Parecía que Kimberley continuaba con el envión ganador que lo había conducido al campeonato, ya que a los pocos minutos ya se imponía 2-0 (Lucas Martínez y Gonzalo Farach). No obstante, los visitantes conseguirían dar vuelta la historia en corto tiempo, mediante conversiones de Ismael Maldonado en dos ocasiones y Borruto. Con ese 3-2 se fueron al descanso.
Un Kimberley sorprendido buscó denodadamente revertir el tanteador desde el minuto cero del ST. Y Martín Persec al menos logró establecer el 3-3 a los 8'. Pero los Naranjas volvieron a golpear con un golazo de Iribarne (4-3), y enseguida Benítez amplió la cuenta (5-3).
El tiempo se iba, aunque en los 5 minutos finales todavía habría grandes emociones. Pérez Leiva descontó (4-5) y Persec empató (5-5) a falta de menos de dos minutos. Y cuando el local iba por el heroico 6-5, los dirigidos por Freire le hicieron morder el polvo una vez más, aprovechando los espacios generados en defensa.
Fue así como Ismael Maldonado marcó el sexto e inmediatamente su hermano hizo el séptimo. Claro que el 7-5 no sería definitivo, ya que en un ida y vuelta apasionante, Baloira volvió a achicar distancias (7-6), si bien ahora sí el marcador ya no se movió más.
En síntesis, fue un partidazo donde ganó el futsal y ambos contendientes se dieron el lujo de festejar. Cosas distintas, pero festejar al fin.
SALDOS Y RETAZOS
Hernán Basile, sonriente, da a conocer una de las innovaciones de la transmisión televisiva: un micrófono personal que reemplaza a los cronistas que antes se entrometían en los "tiempo muerto".
Esta multitud, desde muy temprano, apoyó a Kimberley en los festejos por el campeonato.
Los chicos de las inferiores ingresaron junto a la primera a la cancha. En esta imagen, la ebullición previa a la salida conjunta reina en la zona de vestuarios.
La Ñata también aportó un nutrido grupo de seguidores. Y además, este telón que desplegaron antes y durante el partido.
Franco Martínez Riveras, habitualmente futbolista de la tercera celeste, no pudo jugar debido a una lesión. Sin embargo, no se privó de estar en la cancha junto a su "otro" equipo: Los Enviciados de Saavedra. Sí, es un integrante de la murga que animó el ingreso de Kimberley al rectángulo (ah, y Sofía, según nos aclaró, es su novia).
La multitudinaria vuelta olímpica. Según la imagen, parece haber más hinchas dando la vuelta que en la tribuna. Pero es sólo una ilusión óptica. Había gente abajo, pero no tanta...
La murga que mencionáramos líneas arriba tuvo una acotada participación, pero sirvió como otro de los tantos condimentos que aportaron ritmo y color. Lo bueno, si es breve, es dos veces bueno.
El famoso drone televisivo, como no podía ser de otra manera, irrumpió en el rectángulo para permanecer unos cuantos minutos. Una nena, entusiasmada por el artefacto tecnológico, lo corrió con insistencia con el objetivo de atrapar al robot volador. Obviamente, no tuvo el éxito que esperaba.
Al igual que en tantos otros estadios, en el Parque Sarmiento se reunieron donaciones para los damnificados por las inundaciones. La gente del futsal también es solidaria.
El miembro de la Comisión de Futsal Pío Fernández estuvo presente. Aquí, charla de manera muy amistosa con la dupla arbitral encabezada por Leandro Lorenzo.
El inefable Luciano Dopico buscó al fotógrafo de La Voz del Futsal para hacerle un pedido: "Por favor, sacame una fotito con este amigo". Luego, nos aclaró que era Nicolás Della Torre, de la Selección Argentina de Hockey, apodada Los Leones. ¡Mucho gusto!
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