Al promediar la etapa una buena incursión ofensiva bohemia terminó con la pelota en la red, impulsada por Gastón Bóffoli. A partir de allí se vio lo más interesante, pues la visita se adelantó en busca del empate, lo que convirtió el trámite en un vertiginoso ida y vuelta, enriquecido por situaciones de peligro en ambas áreas. En una de ellas acertó nuevamente el local, otra vez a través de Bóffoli, quien contó con la complicidad de un defensor que desvió involuntariamente la trayectoria del balón. El arquero, descolocado, sólo pudo ver como el mismo se introducía mansamente en el arco.
La postura del contragolpe en el conjunto de Magarelli se intensificó desde el 2-0. En cambio, el elenco de Pacheco fue directamente a matar o morir, y en función de ello, Alejandro Seoane pasó a actuar como arquero cuando su equipo tenía la posesión de la pelota. Desde sus pies se originaron varios ataques que llevaron mucho peligro a la valla bien defendida por Guido Consoni. Sin embargo, a cinco del final, el juvenil guardavalla no consiguió evitar la caía, cuando Villarrica lo fulminó con un disparo de media distancia.
Fortalecido por el descuento, Cultural encerró a Atlanta en su campo. La posibilidad del empate sobrevoló por varios minutos el territorio bohemio. Sin embargo, la más clara ocasión volvió a ser para el local, que estrelló en el palo un tiro de larga distancia, con Seoane adelantado. El gol hubiera significado mayor tranquilidad para un Atlanta que terminó sufriendo, pero que se aferró al triunfo y a la esperanza de sumarse a la punta de su zona.
El festejo del plantel bohemio, una vez concluido el partido. 
Provisto de un muy valioso gorrito para combatir el intenso frío, Javier Alonso -técnico de Atlanta en fútbol de campo- estuvo haciendo fuerza por el equipo que dirige su amigo Magarelli.
Gastón Bóffoli, autor de los dos goles de su equipo. Procedente de BAMI, es una de las incorporaciones del conjunto de Villa Crespo para este año.
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