El «Cabezón» Leonel Rodríguez rodeado por su amigos. Entre ellos, Patricio Benes. Su marca ya es récord en el futsal local...
Cerca de cumplir 30 años, Leonel Rodríguez debutó hace 15 y en este lapso, actuó en diez clubes diferentes (sin contar que por Platense y River pasó dos veces ni todas sus camisetas en Italia), por lo que es el jugador en actividad que más transferencias tiene en su haber. A continuación, el actual hombre de Allende realiza un repaso de su agitada trayectoria.
PLATENSE. Debuté en primera a los 15 años, contra Lamadrid. Me fui a Sunderland para volver diez años más tarde y salir campeones de Segunda, en 2006. La final se la ganamos por penales a All Boys Saavedra, un equipazo. Ellos tenían muchos pibes y nosotros, pura experiencia. Nos dirigía Juan Llorens.
SUNDERLAND. Fue hermoso estar ahí. Aparte, gracias a haber andado bien di el salto a River. Coseché gran cantidad de amigos, entre ellos, el Pato Benes. Pero me quedó un sabor a frustración porque el club se desafilió, al no poder refaccionar la cancha.
RIVER. Ellos a veces entrenaban en Sunderland. Ahí me vio Veco (De Luise) y me llevó para que arranque en la tercera. Fui escalando posiciones hasta que, ya en primera, tuve la suerte de que Larrañaga me convoque a la Selección. Enseguida viajé a Italia. Al volver, fiché otra vez en River porque había dado mi palabra. Ya estaba Trama. Jugué un tiempo y me fui por un desacuerdo con Oscar, que a los jugadores de la Selección nos ponía muy poco por no haber entrenado
durante la semana en el club. Parecía que la Selección era un castigo cuando tenía que ser al revés. Yo ya estaba en edad de no bancarme ciertas cosas, aunque después con Oscar quedó todo más que bien.
ITALIA. Estuve en dos etapas. Después de River y después de ser campeón con Platense. Como siempre que vas allá, algún problema tenés. El balance desde lo humano es positivo, si bien el objetivo de hacer una diferencia económica nunca pude lograrlo. Lamentablemente los clubes tetratan como quieren. Para que te vaya bien tenés que caer en un buen lugar y yo nunca tuve esa posibilidad. Fueron todos iguales.
GLORIAS. Ese período fue cortito. Fuimos con varios chicos de River, como Cristian Wagner y Fernando Servín, quienes decidimos darle una mano al club. Horacio Mastrovincenzo era el técnico y además estaba otro amigo como Juan Llorens.
BOCA. Fui uno de los pocos futbolistas que pasó por River y Boca. Me llevó Larrañaga, pero después él quiso hacer una renovación del plantel y quedé libre. Pero guardo un recuerdo espectacular... Llegar ahí, que te atiendan, te den la ropa para entrenar. Es otro nivel.
Lástima que no se dio el campeonato, aunque luego volví a Platense y viví una gran alegría.
INDEPENDIENTE. Después de ser campeón con Platense y de mi segundo período en Italia, firmé para los Rojos en 2008. Me llamó el Tola (Artero) y a los dos días de bajar del avión ya estaba entrenando. Por desgracia, sufrí una lesión muy jodida: me rompí el talón de aquiles y apenas pude jugar un par de meses. De todas formas me trataron bárbaro, al igual que en todos lados.
LAS HERAS. En el comienzo de 2009 fui con una gran ilusión pero ni siquiera pude debutar oficialmente. Dejé Independiente, que estaba en Primera y donde peleábamos un montón de cosas, para ir a Segunda junto a Llorens y varios amigos de Platense. Dos días antes del cierre del libro nos avisaron que se caía un sponsor. Tuvimos que alejarnos y nos aceptaron en Kimberley con Javi López. Son cosas que pasan...
KIMBERLEY. Jugué muy poco. No es que no guarde el mejor recuerdo de Condorito (González), porque yo sé que cada técnico tiene su modo de trabajar. Tuve que dejar, al no poder entrenar todos los días como necesitaba él, pero más allá de lo futbolístico, sigue siendo un amigo. Habíamos sido compañeros en esa época hermosa de Sunderland.
PARQUE. Tampoco pude jugar, más allá de unos pocos minutos. El técnico (Maddoni) no me puso ni me dio explicaciones. Ya todos sabemos lo que es Parque: más un grupo de amigos que un club. Pero bueno, yo no me llevo mal con nadie.
ALLENDE. Había largado el fútbol y estaba de vacaciones en Mar del Plata con el Pato Benes. Un día me encontré con el profe de Allende. Me invitó a sumarme a la pretemporada. Me sentí bien, cómodo... Un grupo bárbaro. Y acá estoy, la venimos peleando y aunque los últimos resultados no fueron los mejores, vamos a levantar. ¿Si será mi último equipo? Y... en Allende estoy muy bien. Ya son muchos años. Estoy por cumplir 30... Fueron más de diez equipos, es muy lindo que toda la gente te conozca, pero más allá del futsal también hay vida: trabajo, familia, novia, un montón de cosas... No sé cuánto más jugaré.
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