julio 10, 2010

EMPATARON... Y A LOS BESOS TERMINARON






Terminaron empatados, pero Argentinos y Boca entregaron mucho más que ese 2-2 que le dio cifras finales al partido. Hubo emoción, polémica, fútbol, goles... Y una expectativa que se prolongó hasta el mismo instante de la chicharra final. El punto le sirvió más a Boca que a Argentinos, ya que fue de visitante y con él, sumó otra unidad de cara a afianzar su clasificación. Pero el xeneixe también se fue con bronca, pues a tres segundos del cierre del match, tuvo la gran chance de ponerse 3-2 con un tiro de sexta falta. Sin embargo, Ranieri le tapó brillantemente el remate a Trifone.
Antes de ese epílogo dramático, hubo un desarrollo impetuoso, donde el Goma, paradójicamente, posibilitó a través de una falla -pretendió salir jugando y perdió el balón- la apertura del marcador por parte de Taffarel, a los 11 de PT.
Si Boca se había caracterizado por un planteo más conservador, a partir del 1-0 intensificó esa propuesta mientras su rival empezó a debatirse en ataque en busca de la igualdad. Recién a los 2' del ST consiguió su propósito, mediante una gran maniobra personal que el Ruso Maina mandó a dormir a la red. Entonces, mientras la visita se adelantó en la cancha, Argentinos, evalentonado por un empate que merecía a esa altura, también fue por más. La consecuencia, fue un trámite a puro ritmo que le puso los nervios de punta hasta al público más tranquilo. Y a los 13' el local logró darlo vuelta, gracias a un centro que Maina envió al segundo palo y Alonso conectó para establecer el 2-1. No obstante, la alegría no le duró mucho al elenco de Carfagna: un minuto después, una corajeda xeneixe en el área le permitió a Taffarel empatar, luego de una muy buena incursión ofensiva de Curcio. El ex Huracán y Ferro jugó poco, aunque en el tiempo que estuvo en cancha su equipo ganó en volumen de juego.
Faltaban seis minutos. En ese lapso, los Bichitos estuvieron más cerca. A su favor, contaron con tres situaciones claras, una de ellas, un tiro que se estrelló en el palo, en el contexto de un panorama electrizante en el cual los dos arribaron a la quinta falta. Sin embargo, a punto estuvo de quedarse con la manos vacías el dueño de casa. Es que sólo tres segundos era lo que restaba para la chicharra, cuando Argentinos cometió en la mitad de la cancha una infracción tan innecesaria como discutida. Entonces, el Goma Ranieri se redimió de su única equivocación de la noche, aquella que terminó en el primer gol de Boca, y le sacó espectacularmente el remate a Trifone.

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