diciembre 17, 2015

KIMBERLEY SIGUE DE FIESTA

En la noche del lunes, fueron los dirigentes y allegados (¡y Lucas Farach!) quienes formaron parte de la celebración en el cierre de año de AFA.

48 horas después, dentro del rectángulo, los jugadores se volvían protagonista de la alegría más grande de la historia del club en este deporte: la obtención de la Copa Julio Grondona.


Kimberley lo hizo. En la cancha de Boca, derrotó a Pinocho 4 a 2 y se quedó con el título de campeón del año. Además, la clasificación a la Copa Libertadores, lo que completa una temporada sin igual para el club de Devoto, que en 2006 cumplirá diez años en el futsal de AFA.
El equipo de Basile llegaba a este encuentro con el campeonato Apertura en el haber. Para los de Ruscica, las alegrías estaban más frescas, pues hace pocos días se había consagrado como ganador del Clausura. Pinocho tuvo una segunda rueda genial. Kimberley, cedió terreno en la segunda mitad. De todas maneras era muy difícil hablar de favoritos en un choque, a priori, tan parejo.
Y finalmente en un estadio xeneixe repleto, volvieron a verse las caras. Durante la temporada regular, habían sido los de Villa Urquiza los que prevalecieron, aún, cuando Kimberley fue el campeón (perdió 3-2). Pero el Celeste se tomó revancha. Y vaya que lo hizo...

El desarrollo del cotejo encontró a dos equipos atentos, esperando el error del rival, pero al mismo tiempo, abocados a poner empeño ofensivo. El equilibrio sólo se rompió por momentos, y en ellos, Kimberley tuvo la capacidad de transformar en gol sus intenciones. Pinocho contó con la posesión del balón en mayor medida y también el que arrancó en ventaja: a los 11' Seba Corazza venció la resistencia de Madayo y puso un 1-0 que tendría escasa duración, ya que enseguida igualó Albertini.
La pulseada arrojaría un ganador en ese primer capítulo, pues sobre los 15', Persec doblegó a Elías. Las cosas tuvieron mejor sabor para Kimberley en el ST, dado que Pinocho insistió en sus ataques pero no consiguió batir a un Mandayo que parecía estar en una de sus noches más felices.

En cambio, los de Devoto lastimaron de contra y así Persec estiró la cuenta a 3-1 a los 12'. Los Verdes apostaron entonces a todo o nada: decididamente en campo rival, presionaron incluso con su arquero. Y cuando el tiempo transcurría, fue Germán Corazza el que pasó a cumplir esa función. Pero su contrincante, concentrado a ultranza, cerró el camino hacia la red y volvió a pegar de contra: fue gracias a Persec nuevamente (con un tiro por elevación desde larga distancia), que selló la victoria a un minuto del epílogo
Acto seguido, llegó el descuento (4-2) de Riente. 20 segundos más tarde, la chicharra sonaba y todo Kimberley se unía en una frenética celebración. Acababa de convertirse nada menos que en el máximo campeón de la temporada. Claramente, la mejor de su historia en la actividad.
     Fotos: gentileza Pasión Futsal


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