Pepo Baiza se adaptó a Paris

Tres imágenes: arriba, en la Torre Eiffel; en el medio, yendo a practicar con dos compañeros; y abajo, en la formación del Paris Metropole (el cuarto de los parados).

Cuatro meses atrás, Pedro Baiza y Sebastián Cennamo se convirtían en los primeros dos argentinos en jugar oficialmente en el futsal francés. Fichados por el Metropole, iniciaron una especie de sueño dorado en la primera división de la entidad de Paris. Hoy, la realidad es diferente para los jugadores que se conocieron en Jorge Newbery hace varios años. Cennamo regresó en noviembre, mientras Baiza continúa en Francia y no volverá hasta mayo, época en la que finalizan los playoffs. «Pensé en ir para las fiestas, pero sólo nos dan una semana libre y decidí quedarme en Europa. Nos vamos a juntar con Mati Lucuix en España», dice Baiza, quien fue compañero del mencionado jugador en una fabulosa tercera que River tenía allá por 2005.
El Paris Metropole goza de un presente inmejorable, ya que ganó los diez partidos que jugó. En ese contexto, el «Pepo» fue de menor a mayor: arrancó en reserva pero lentamente pasó a ser tenido en cuenta por el técnico del equipo principal, que le dio cada vez más minutos en cancha: «Fue difícil, hasta que me adapté. Me costó ponerme bien físicamente, pero cuando lo logré los resultados empezaron a verse» comenta el ex River, Lamadrid y Newbery, quien lleva convertidos varios goles: «¿El más lindo? Fue una jugada en la que quedé mano a mano con el arquero y se la piqué por arriba». Pepo tiene los mejores conceptos de su técnico, Marcelo Serpa: «Es un fenómeno. Jugó hasta hace poco en la Liga de Honor de España y en nuestro equipo, que trata de atacar en forma constante, también es jugador. Sabe muchísimo». Tampoco ahorra elogios pra la dirigencia: «Son excelentes, cumplen en todo». El departamento que compartían con Cennamo, quedó exclusivamente para Baiza, luego del regreso del defensor: «Seba no pudo adaptarse, extrañaba mucho», comenta Pedro, quién sí consiguió vencer al desarraigo: «Ni se me cruzó por la cabeza pegar la vuelta, aunque muchas veces extraño. Pero me propuse la meta de darle para adelante y estoy feliz porque me está yendo bastante bien».