Boca derrotó a Kimberley 2 a 1 y se clasificó para la final de los playoffs, partido en el cual enfrentará a Pinocho. Su rival consiguió superar la colocación en el Apertura, instancia en la que había llegado hasta cuartos de final, siendo eliminado por Ferro, pero no pudo evitar la bronca de la derrota, basada en que ostentaba una mejor posición en la tabla y el empate lo beneficiaba para seguir en carrera. El malestar de los adictos a Kimberley, ya veremos por qué, también tendría que ver con la actuación arbitral.
Boca, con sus obligaciones a cuestas, intentó desequilibrar desde el minuto incial, aunque encontró en un adversario bien parado el principal obstáculo para llevar a cabo su objetivo. El tono monocorde prevaleció a lo largo de casi todo el primer tiempo. Mucho respeto mutuo y escasas situaciones de peligro fueron el patrón de un encuentro que había empezado a jugarse en un horario inusual: más de las once de la noche.
Como en el cotejo anterior, las emociones recién llegaron en la segunda parte del complemento. Justo en el minuto diez, el oportunismo de Lucas Curcio le permitió a los de Meloni ponerse 1-0, cuando Kimberley había estado algo más cerca del gol en los instantes previos.
Menos de un minuto más tarde, aconteció la gran polémica: Kimberley iba por el empate y Taffarel cometió una falta que desde nuestra posición, dio la sensación de que haber sido dentro del área. Sin embargo, Diego Riccio, más cerca de la jugada, con mucha seguridad señaló la infracción del lado de afuera. En la jugada posterior Boca reventó el travesaño, privándose del 2-0 y dándole al trámite un toque de dramatismo que se incrementó cuando a los 15' Trifone sí logró aumentar aprovechando una certera asistencia de Guisande y a una desinteligencia defensiva en los Celestes, cuyos hombres se hallaban en el sector opuesto del rectángulo.
Viéndose marginado de la lucha por título, Condorito González mandó a Basile como arquero, momentos después de que el propio Basile señalara el descuento tras un pase de Borrego.
Sin embargo, el tiempo no le alcanzó a los de Villa Devoto. La sólida actuación del experimentado Guisande y la falta de punch final de sus definidores, lo privaron del empate ante un rival que, superando la amargura de ni siquiera haber clasificado en la rueda inicial, se verá nuevamente las caras con Pinocho.
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