Santiago Elías en la salida de Pinocho a la cancha. Quiso el destino que justo la noche en que su equipo se jugaba el campeonato, se producía la entrega de los Premios Olimpia, para los cuales estaba nominado en futsal junto a Tapia (Villa Modelo) y Basile (Kimberley). Finalmente, lo ganó el arquero, cuyo padre Rubén, recibió en su nombre, casualmente, en el Polideportivo de Almirante Brown, donde se habían jugado las semifinales. Con respecto al partido, Elías estuvo molesto durante gran parte del mismo, por un dolor intenso en un brazo. Pero pudo seguir en la cancha y su labor fue importante para mantener su valla invicta en el segundo tiempo.
Un segundo. Apenas eso es lo que marcaba el cronómetro cunado Pinocho conquistaba su cuarto gol, asegurándose el título. Ya resignado a su suerte, Boca sacó del medio mientras sus rivales ya celebraban.
En medio de los festejos, el dirigente Sergio Fernández ingresó con una gigantesca botella de champán. La felicidad y la sed provocada por el intenso partido y el calor reinante, hizo que el elixir se consumiera rápidamente.
Un momento de incertidumbre. Instantes antes de que finalice el partido, en el seno de la tribuna de Boca, empezaron a estallar fuegos de artificio. Los juveniles integrantes de la barra xeneixe hicieron su fiesta propia. Por suerte, el partido continuó luego de un par de minutos de interrupción.
¡Qué dúo! El utilero Vicentín de inmediato se apoderó del inmenso "champú" acercado por Sergio Fernández, mientars el inefable Fogonazo observa a sus espaldas. El mítico fotógrafo reapareció en el futsal, seguramente palpitando lo que sería una importante "recaudación" en la final.
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