Una escena del clásico, igualado en seis. El domingo, los Bohemios impidieron la vuelta olímpica de Juvencia. Tres días más tarde, le dieron una mano, quitándole dos puntos de oro a Chacarita.
El clásico finalmente se disputó anoche, en cancha de Primera Junta, después de haber sido suspendido diez días atrás por falta de médico. Y Atlanta se dio el gusto de empatarle al Funebrero faltando 21 segundos. Por eso, para el local fue casi como un triunfo, mientras para su rival pegó tan duro como una derrota, pues además quedó a nueve puntos de Juvencia, siendo tres los partidos que faltan disputarse. Su chance ahora es muy difícil. En cambio Glorias, convertido en el único escolta, es el club que –dentro de la dificultad- más posibilidades tiene de alcanzar al puntero, siendo siete las unidades que los separan.
El empate para Atlanta tuvo sabor más heroico aún, porque llegó a estar en una desventaja de tres goles al término del primer tiempo. Es que luego de la apertura del marcador por parte de González Rey, Chacarita lo dio vuelta rápidamente con dos goles de Barba, uno de Pablo Nicolás Gutiérrez y otro del “Corto” Gutiérrez, para irse a los vestuarios con un 4-1 que parecía irremontable.
Sin embargo, los Bohemios comenzaron a resurgir a partir de los 3’ del complemento. En ello mucho tuvo que ver el ingreso del arquero Guido Consomi, un pibe de 18 años que no sólo llevó al equipo hacia delante, sino que –ya veremos por qué- se convirtió en el máximo héroe de la noche.
En poco más de un minuto Atlanta pasó de estar 4-1 abajo a igualar el tanteador. A los 4’ Consomi descontó con un disparo de larga distancia. A los 5’ Piaggio volvió a marcar de tiro libre y a los 6’ González Rey empató luego de una notable incursión ofensiva del arquerito local.
Chacarita intentó canjear su confusión por una imperiosa recuperación. Y en parte lo consiguió, habida cuenta de las numerosas oportunidades de gol que generó desde el empate de Atlanta. La mayor parte no pudo concretarlas. Se lo impidieron los palos, Consomi y su propia falta de puntería. Hasta que a los 13’ Dobal señaló el 5-4, que era justiciero en función de las llegadas de uno y otro. Un minuto más tarde Parola aprovechó un error de Consomi en la salida y estableció un 6-4 casi inapelable.
Pero el local volvería a resurgir. A los 16’ Ramos descontó y le dio al partido un final infartante, más aún porque ambos equipos quedaron con quinta falta. Y cuando sólo eran 21 segundos lo que restaba, Consomi mostró definitivamente la patente de héroe, al sacar desde el borde del área un fulminante shot que infló la red, ante el delirio de su parcialidad y la incredulidad de todo Chacarita.
En el final, hubo polémica y un tumulto que no llegó a propagarse. Sucedió que faltando un segundo, dio la impresión de que Artero le cometió infracción a un adversario. El árbitro no lo entendió así y ambos jugadores permanecieron trabados en el suelo, y con la chicharra final se armó un revuelo alrededor de ellos. Pero como se mencionó, el problema no pasó a mayores y la nueva edición del clásico culminó en calma. Y con la enorme felicidad del pueblo bohemio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario