Guido Ledesma, de UGAB, traslada el balón. Los de la colectividad empataron con Paraná 5 a 5.En un partido que sirvió sólo para cumplir con el fixture, dado que UGAB está último en la Zona Plata y Paraná ya no tiene chance de llegar a la punta, los equipos se repartieron un punto para cada uno. Los más importante, acaso, haya sido que ningún incidente opacó la tarde, luego de los terribles disturbios que determinaron la suspensión del partido en la primera rueda.
En cuanto a lo futbolístico, el local fue quien tal vez más lamentó el resultado, debido a que en dos ocasiones estuvo dos goles arriba, pero la reacción zarateña no se hizo esperar y rescató su primera igualdad en esta etapa (antes había ganado seis y perdido otros seis cotejos). Entretanto UGAB acumuló su cuarta presentación sin derrotas (lleva tres empates y un triunfo).
El elenco que por ahora sólo dirige Carlos Kapelián –su coequiper Patricio Knaudt sigue en la Copa del Mundo- se encontró tempranamente 2 a 0, producto de los goles de “Papel” Gómez y Rafi Mavilián. Cuando el período promediaba descontó Narváez y así se fueron al descanso. A los 2’ de la segunda etapa empató Silva (que ayer jugó para Fénix, su equipo en fútbol de campo) y enseguida tuvo lugar el suceso más violento de la tarde: Penoni, de Paraná, vio la roja por golpear arteramente al goleador Ekizián. Por suerte, el resto de los jugadores no se contagió de la censurable actitud y el trámite no se apartó de su cauce natural, si bien se siguió jugando fuerte, aunque de manera leal. UGAB no pudo aprovechar la ventaja numérica, pero algunos minutos más tarde, a los 8, igual arribó al tercer gol, merced a Gómez. Entonces, comenzó un intenso ida y vuelta que trajo gritos y emociones por doquier: a los 9’ empató Paccor, a los 10’ desniveló Ekizián y a los 11’ Alvarez puso el 5-3, lo que nuevamente constituyó la mayor diferencia entre ambos.
Sin embargo, Paraná tenía reservada su mejor carta: el ingreso de su DT Víctor Malchiodi –también actúa en Fénix- que hasta ese momento se había limitado a cumplir funciones de entrenador. El ingreso del experimentado futbolista le dio a la visita una cuota de empuje mayor, siendo él mismo quien descontó a los 15’. Y un minuto más tarde, Paccor facturó el 5 a 5 definitivo. Algunas notas de color: por la similitud de las camisetas UGAB jugó con una pechera roja, que hacía imposible distinguir los números de sus jugadores, pues tampoco los pantalones los tenían impresos. Otra, es que la tercera fue suspendida por la llegada tarde de las fuerzas policiales. ¿La última? Pablo Mavilián, el jugador-símbolo de los de la colectividad, se hallaba en la tribuna, ya recuperado de la maningitis que sufrió dos semanas atrás.
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