Anoche se realizó en el salón el Cedro (Paraguay al 800) la tradicional fiesta de fin de año. En función de ello, a partir de este momento, proponemos una serie de entregas donde los lectores podrán ver las imágenes por primera vez, mientras que aquellos que estuvieron presentes -hubo unas 400 personas- seguramente revivirán a través de ellas lo acontecidos horas atrás. Aquí va la tanda inicial.Foto 1:
La Escuela de Técnicos fue invitada a participar por la Comisión de Futsal, y en la misma fiesta, hizo la entrega de diplomas y medallas a los entrenadores recibidos en este 2009. El abanderado es Evelio Solares (hombre de las inferiores de Ferro) y los escoltas Ramòn Cabrera y Gustavo Roja, respectivos entrenadores de las inferiores de 17 de Agosto y el plantel superior de Paraná de Zárate.
Foto 2:
El multipremiado Dardo Viñas recibió, una vez más, la distinción al mejor árbitro del año. Lo acompañan Leandro Lorenzo, a quien lo premiaron por ser el árbitro revelación (algo que se entregó por primera vez) y Ariel Ramírez, electo como el mejor réferi pasante.
Foto 3:
El asistente más jóven de la fiesta fue Matías Dolce, futbolista de River y máximo artillero de la octava división. Lo acompañan su técnico, Julio "Pulga" Mariani, el ayudante de campo de la categorìa y la copa de campeón que coronó el excelente torneo de los pibes riverplatenses.
Foto 4:
La familia Meles reapareció en forma pública luego del fallecimiento de Oscar, ocurrida en julio. Su esposa Susana, su hijo Juan Manuel y la mujer del técnico, vivieron una noche con sentimientos contradictorios, donde el dolor aún latente, se mezcló con la satisfacción que experimentaron por el gran reconocimiento que en la fiesta le hicieron al histórico dirigente huracanense. Los acompaña, a la izquierda, Rubén "Chocolate" Domínguez, otro empeñoso directivo del Globito.
Foto 5:
"A ver, me mostrás esa copa", parece decirle Luciano Dopico a Agustina Rodríguez. El simpático entrenador de las inferiores de Kimberley se sentó junto a la eficiente delegada de Las Heras, y fueron de los más divertidos de la fiesta. Detrás de Agustina, un señor no identificado observa con extrañeza el tierno momento.
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