La importancia de la jornada vivida ayer, nos motivó a publicar varias fotogrías más, a fines de analizar a través de ellas los hechos más destacadados:
Foto 1: Incidentes en Banfield-Arsenal.
La única mancha de la tarde ocurrió cuando promediaba el ST de este partido. La expulsión de Ramírez desencadenó una violenta reacción del futbolista del Taladro, varios hinchas de Arsenal -que bramaban quejándose de una fuerte patada del Bocha a Clapcich- y unos pocos de Banfield, que ingresaron a la cancha con fines poco amistosos. Luego de algunos minutos, regresó la calma.
Foto 2: La Academia del Futsal.
Una vista panorámica del estadio de RAcing. El gimnasio de Avellaneda se mostró como un muy buen "anfitrión" de la tira, ratificando su fama de ser uno de los mejores escenarios con el que cuenta la disciplina. Confortable y de amplia capacidad, estuvo a la altura de las circunstancias.
Foto 3. Los Arbitros.
Diego Rosano, Diego Riccio, MArcelo BAis y Fernando Laballos posan en el vestuario. Entre los cuatro se repartieron las tareas a lo largo de los cinco partidos. Llegaron a las 11 de la mañana y se fueron más de doce horas después. "Fue un día agotador, pero muy lindo", coincidieron los cuatro.Foto 4: Loco por el futsal.
Nicolás Blas sorprendió llegando muy temprano, junto a Matías (su hijo recién nacido) y su señora. Arrastrando, cochecito, pañales y demás implementos -por cierto, muy incómodos a la hora de concentrarse en el juego- se ubicaron arriba de una de las tribunas laterales. Contra muchos pronósticos, el bebé y su mujer le hicieron el aguante durante varias horas. Pero en BArracas-Libertad, un fuerte pelotazo que impactó en el rostro de una señora que se hallaba muy cerca del matrimonio, acobardó un poco a Nico. Rato después, se fueron a casa.
Foto 5: Todos pagan.
La Comisión de Futsal dispuso que sólo 18 personas por plantel tuvieran el ingreso libre al estadio. Por lo tanto, la mayoría de los hinchas debió pagar los nueve pesos y la recaudación fue excelente, ya que más de 500 personas presenciaron la tira. En la puerta de acceso, la gente de Racing se mostró inflexible. La señora encargada de expender los boletos y su hijo, PAtricio Knaudt, soportaron estoicamente las largas horas de trabajo, más allá de haberse preocupado para que nada faltara durante la extensa jornada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario