Kimberley cerró el 2016 de
manera inmejorable. La gran final contra River -ganador de la Copa Argentina-
fue la frutilla del postre para un año inolvidable del equipo de Hernán Basile,
que a partir de 2017 debutará en su nuevo rol de manager. Muy meritorio fue
también lo de River, que no habiendo clasificado para los playoffs se consagró
en la Copa federal y jugó de igual a igual contra el máximo campeón de la
temporada.
El 3-2 de Kimberley en este
atípico 29 de diciembre con futsal oficial, lo disfrutó Kimberley recién tras
la chicharra. Antes, el tanteador incierto lo condujo a defender férreamente la
ventaja ante un rival que dio lucha sin cuartel. Pero los de Devoto habían
construido legítimamente una victoria que en un momento era de 3-1, y que el
posterior descuento, muy cerca de la final, hizo que el trámite fuera
electrizante hasta su epílogo.
El primer tiempo no tuvo
goles. El cerco defensivo muy bien levantado en torno a Javier López y Lucas
Farach respectivamente, surtió el efecto deseado por ambos entrenadores y pese
a que las situaciones de gol no faltaron, ambos arqueros también respondieron
sobriamente cuando les tocó intervenir.
En el complemento llegarían
todas las emociones. No se había cumplido el primer minuto cuando Persec sacó a
relucir su capacidad resolutiva y abrió el marcador, escribiendo un nuevo
capítulo de la famosa Ley del Ex. Sin embargo, lo que ocurrió a continuación no
fue para Kimberley tan alegre como lo sucedido en el comienzo de la etapa, ya
que por doble amarilla, debió irse a las duchas un jugador muy valioso como
Iribarne y River consiguió acceder al 1-1 cuando su tiempo con ventaja numérica
se escurría.
En los 10 minutos posteriores
no hubo gritos. La paridad hacía imaginar un desenlace incierto. Hasta que a
los 15', Pérez Leiva sacó un espectacular disparo que López no logró detener y
los Celestes empezaron a meterse el triunfo en el bolsillo. El recurso del
arquero-jugador, nuevamente fue puesto en marcha a través de Crocco en River.
La última carta que se jugó el DT millonario, no obstante, esta vez no salió
bien. Estaba claro que era a matar o morir. Y se dio lo segundo para el elenco
de Pérez, que a pesar del esfuerzo no logró vulnerar a Farach y en cambio fue
el propio arquero adversario, quien facturó el 3-1 desde su propia área, cuando
todo el equipo rival se adelantaba en busca del empate.
Faltaban
dos minutos y River siguió intentando denodadamente. EL hecho de no bajar los
brazos lo condujo a descontar por intermedio de Rolón. Claro, sólo quedaban 3
segundos, que rápidamente se consumieron hasta dejar el cronómetro en cero.
Allí, se desató la alegría de los de Devoto, que con la clasificación a la
Libertadores asegurada, le pusieron moño a una temporada que jamás
olvidarán.
Foto: agradecimiento A Dos Toques.
Foto: agradecimiento A Dos Toques.
No hay comentarios:
Publicar un comentario